ESRUZA
El mundo, mi mundo, se paró de repente,
todo se quedó estático.
El sol no brilla para mí, sólo quema,
mis noches son frías, silenciosas,
sin luna ni estrellas, ni luceros relucientes
que hagan cálido el camino.
El silencio me aterra, ya no quiero soñar,
no deseo pensar en nada; el Nayar ya no existe,
se esfumaron las evocaciones, las añoranzas.
No deseo más soñar, ni despierta ni dormida..
Despierta, ya no puedo inventar sueños,
La vida continúa, monótona, cansante.
¿Dónde se fue todo? Quisiera saber.
Se volatilizó de repente
Se lo llevaron todo, no existe nada,
sólo un silencio cobarde.
Extraño el comenzar de los días
llenos de ilusiones,
esperando un momento mágico
que alegraba mis noches.
Noches llenas de sueños hermosos
no existen más, todo desapareció,
el silencio se lo llevó sin saber por qué.
En la vida todo tiene un comienzo y un fin,
aunque sea difícil de aceptar.
Ya no es válido soñar,
es difícil luchar por lo que nunca existió.
En mi mundo actual, como en el anterior
hay un espacio para alguien que
sin estar está.
Así ha sido, y así será hasta el fin.
Mi vida es mi vida, y yo decido.