SERGIO CANEVA
Es tiempo de espera… ¡de remar muy dentro!
sacando el estiércol, de lo que pasó,
remover aquello que nos ha dañado
para entregarlo, a nuestro Señor.
Es tiempo de espera… ¿y quién desespera?…
¿es el ser humano? o es ¿el mismo Dios?
al ver como el mundo va fagocitando,
nuestras intenciones, nuestro corazón.
Como nuestras vidas, pierden el sentido,
¡creyéndonos vivos!… ¡Matamos a Dios!,
porque en cada acto deshumanizado,
dejamos de lado, a nuestro Señor.
Aún en aquellos… que, ¡justificamos!,
el tiempo no dado, falta de oración,
la mentira austera, la falta de entrega,
el sentirnos amos… de la creación.
Es tiempo de espera… pero las quimeras,
ocupan el centro de nuestra atención,
diluyen de a poco nuestra fe mundana,
quedándonos nada… ¡solo! La intención.