SERGIO CANEVA
Ojalá la vida te regale años,
tardes de tertulias, amores extraños,
besos caprichosos, abrazos de ensueños
y que al despertar, no haya sido un sueño.
Ojalá la vida te robe fracasos,
noches de desvelos, tristezas, ocasos,
angustias y penas, dolores ingratos,
que el vivirla plena se te torne grato.
Y cuando tropieces; ¡puedas levantarte!
ayudando a otros también a pararse,
siendo la empatía tu fiel compañera,
y no el egoísmo que impide la entrega.
Ojalá la vida no te cobre peaje,
que en cada etapa disfrutes del viaje,
si has de transitarla ¡aún! con pies descalzos
descubras lo bello del estar de paso.
Pues de nada vale aferrarse a todo,
perdiendo la vida en cada recodo,
no es lo material lo que llena el alma
efímero vestido que a la mente engaña.
Ojalá la vida te de nuevos brotes,
colmando tus días sin dichas mediocres
que cumplas tus sueños, planes y proyectos
y que el alto vuelo te haga llegar lejos.
Sin perder valores, humildad y cuna,
protejas del mundo toda su fortuna,
que la libertad, corra por tus venas
siendo el fiel amor tu eterna bandera.
Ojalá la vida… ¡siempre te sonría!,
pero habrás perdido gran sabiduría,
porque los errores y las cuestas arriba,
tallan el carácter, paciencia, armonía.
Funden lo sagrado al legado humano,
se valora aún más el bien más preciado,
que es la vida misma ¡en todas sus formas!,
no lo material que el tiempo malogra.