ESRUZA
Eras tú,
ese ser que adivinaba desde niña,
que presentía, sin saberlo,
que algún día aparecerías.
Jugando…
jugando escribía siempre
la primera letra de tu nombre:
en la tierra, en mis cuadernos,
en todos lados, sin saber por qué lo hacía.
Tiempo después,
cuando dejé de ser niña, de ser adolescente,
te encontré o…me encontraste,
y entendí por qué lo hacía.
Nadie antes de ti
llevó esa primera letra en su nombre.
La vida es extraña, incomprensible, y
nos envía señales que no sabemos
interpretar en su momento.
Llegaste suavemente, como la brisa,
para después convertirte en viento huracanado
que arrastra con todo dejando,
huellas imborrables, una y otra vez.
¿Arrepentirme de haberte encontrado?
No lo sé, pero cambiaste mi vida,
me enseñaste a amar realmente,
pero también a sufrir.
Brisas que se convierten en tempestades. Altas y bajas mareas en el Amor.
¡¡ME GUSTÓ!!
Van abrazotes, amigaza
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