FRAN REL

DANI
Los días siguientes trabajé con mi padre y solo veía a Marisa en el almuerzo y cena. La veía normal, nada de ese mal ánimo de aquella noche. Y llegó el viernes. Mi plan era almorzar e irme al pueblo de Sara pero mi madre me dijo que estaban limpiando la casa donde habían estado Marisa y mi tío, y que fuera con ellas a mover unos muebles y quitar las camas de los niños.

Mi tío se quitó de en medio rápidamente diciendo que eso era cosa de jóvenes y se fue con los amigos así que me tocó todo el trabajo duro mientras mi madre y Marisa dirigían todo. Cuando terminamos, mi madre dijo que se iba a la piscina, que hacía mucho calor. Marisa dijo que ella se iba a quedar un rato más. Yo dije también que me iba pero me dijo de tomar un café antes y acepté.

Mientras preparaba el café, ella me contaba cosas del verano, de los niños… y cuando se sentó me preguntó:

  • ¿Te vas de finde con Gema?
  • No, con Sara
  • Ah… ¿Vais en serio?
  • ¿Yo con Sara??? que vaaaaa jajaja
  • Estáis quedando mucho ¿no?
  • No, bueno, es solo sexo
  • La chica es muy atractiva
  • Sí, no lo niego, mira

Y le enseñé una foto que me hice con ella en la piscina, donde estaba junto a mí, en bikini y sonriente:

  • Hacéis muy buena pareja, los dos guapos y atractivos
  • Sara es muy muy superficial, muchas veces no la aguanto y me cabrea su forma de ser
  • ¿Qué te molesta de ella?
  • mmm, verás, ella sabe que está buena y siempre lo hace notar, pero eso no me molesta, a veces me pone o me hace gracia
  • ¿Entonces?
  • Pero es muy criticona, se queja mucho por tonterías o si estamos con otros, le gusta mucho aparentar, muchísimo, me revienta
  • Ah, entonces ¿no la ves como pareja?
  • Que va, que va, mi pareja tendría que ser muy diferente, Sara ni de coña, pero que yo no quiero novias ahora, paso de eso, que las tías sois muy posesivas jeje
  • Dependerá de cada una

Nos callamos unos segundos, pensando cada uno en nuestras cosas. Al poco le pregunté:

  • ¿Cómo estás de ánimo?
  • Ufff, mal, es que llevo muy mal que me desprecien
  • Pero ¿Por qué te tomas esas cosas como un desprecio? Te pasó lo mismo conmigo cuando eso no era ni de pasada mi intención
  • Ya, ya pero… en fin, que si claramente pido sexo y vosotros no queréis, para mí eso es desprecio
  • No, puede ser muchas cosas, ya te expliqué lo que me pasaba a mí
  • Sí, ahora lo entiendo
  • Y a mi tío, pues a saber, lo tenéis que hablar
  • No sé si hablarlo, me da miedo que me de la patada
  • Que extremista
  • Lo veo muy raro, Dani, no sé, algo va a pasar
  • ¿Y no lo vas a hablar?
  • No sé, ya te digo que me da miedo que me diga que quiere romper

Nos quedamos callados. Entonces ella dijo:

  • Pero no quiero hablar de eso, bastante me como yo la cabeza para seguir hablando de eso
  • Pero si te sientes mejor, aquí me tienes para hablar
  • Lo sé, lo sé, pero ahora no me apetece
  • Vale

Nos quedamos callados de nuevo. Entonces preguntó:

  • ¿Sara es buena en la cama?
  • Vaya cambio de tema
  • Bueno, no quiero hablar de mis problemas, prefiero un poco de chismorreo jaja
  • jejeje, pues Mmmm Sara es normalita en el sexo
  • ¿Y Gema es mejor?
  • Oh, sí, muuuucho mejor jeje
  • Entonces ¿Por qué no quedas con ella en vez de con Sara?
  • Porque Gema está siempre ocupada, tiene sus cosas, quedamos cuando podemos y queremos los dos, pero no tenemos una relación, solo somos amigos
  • Ya
  • Como pensaba que tenía contigo hasta que empezaste con exigencias
  • No eran exigencias
  • Nooooo, que vaaaaa, no veas como te pusiste

Marisa puso cara de “no me entiendes” pero preguntó:

  • Oye, y eso de los azotes ¿lo vas a probar con Gema o no?
  • Pufff, es que me da mucha cosa
  • Pero es ella quien te lo pide ¿no?
  • Sí pero… es que tú no sabes lo que vi, me veo incapaz de hacerle eso a Gema
  • ¿Tanto fue?
  • Es que este chico estaba azotándola con un cinturón, y sonaba bien fuerte
  • Ya
  • ¿Solo ya? a mí me parece muy fuerte
  • Ya te dije que he probado esas cosas
  • Pero seguro que no fue así
  • Huy… si yo te contara
  • ¿Sí? ¿Cosas así de fuerte?
  • Digamos que fueron unos meses intensos jeje
  • Joder, me sorprendes
  • Empezamos con azotes con las manos y luego fueron derivando a otras… cosas
  • Pues me lo tienes que contar

Marisa me miraba con una sonrisita y luego dijo:

  • Si quieres te doy algún consejo
  • Claro, pero lo que más me asusta es la fuerza, no sé ¿Y si soy muy bestia y le hago daño de verdad?
  • Tenéis que ir probando, imagino que cada una tenemos un umbral de dolor distinto ¿no crees?
  • Claro

Entonces, de repente, Marisa dejó la taza en la mesa y se puso a 4 sobre el sofá, dándome su culo. Iba con un pantalón corto, el que se ponía para ir a la piscina. Me dijo:

  • Vamos a probar
  • ¿Quéeee???
  • Venga, hay confianza, yo te digo si te pasas o no
  • Pero ¿Qué dices Marisa? No te pienso pegar azotes
  • ¿Prefieres pegárselos a Gema y pasarte con ella?
  • Prefiero no hacerlo con ninguna
  • Venga, no seas tonto, sabes que lo vas a hacer con ella, mejor pruebas primero con alguien de confianza y con experiencia ¿no?

Me quedé mirándola, a 4 sobre el sofá, con el culo en pompa… lo que me entró ganas no era de azotarla sino de follarla a lo bestia, pero me contuve y me levanté. Marisa miró para atrás y me hizo un gesto de que lo hiciera. Levanté la mano y ella dijo:

  • Que no sea una palmadita ¿eh? un azote de verdad

Me preparé de nuevo y lancé mi mano que sonó con un “plasss” fuerte pero apagado por la tela del pantalón. Marisa dio un respingo y dijo:

  • No está mal, prueba de nuevo un poco más fuerte

Lo repetí de nuevo, esta vez con menos miedo. Marisa dio un nuevo respingo y entonces se incorporó de rodillas sobre el sofá y dijo:

  • Con esto se nota poco

Y se bajó el pantaloncito hasta las rodillas para ponerse de nuevo a 4. Debajo del pantalón llevaba el bikini. Miró para atrás y me hizo de nuevo el gesto. Volví a azotarla, esta vez el plasss fue más claro. Marisa dijo:

  • Eso está mejor… pero alterna entre una nalga y la otra

Le pegué dos o tres azotes más. Entonces Marisa se volvió a incorporar poniéndose de rodillas y esta vez se bajó el bikini. Me miró y me dijo con voz temblorosa:

  • Ahora así, sigue

Marisa se volvió a poner a 4. Me quedé mirando ese culo ya colorado de las palmadas, pero sobre todo ese coño que se notaba hinchado y húmedo. Le di varios azotes más. Marisa lanzaba un gritito con cada palmada y luego me paró. Se quedó en la posición de 4, con la cabeza hundida entre los brazos, respirando fuerte. Entonces giró la cabeza y me dijo:

  • Dani, fóllame

Me quedé quieto, sorprendido. Ella dijo:

  • Por favor, no me despr…
  • Chissttt, a ti es imposible despreciarte, Marisa, no digas tonterías

Y me bajé los pantalones, sacando mi polla que ya estaba totalmente dura. Me puse detrás de ella y le metí con cuidado un par de dedos en el coño para comprobar que estaba totalmente mojado. Se la metí y la follé rápido cogiéndola por las caderas hasta que ella lanzó un grito y hundió de nuevo la cabeza entre sus brazos, estremeciéndose con su orgasmo mientras me corría dentro de ella. El polvo no habría durado ni un minuto pero me había dejado extenuado por la tensión.

Me quedé quieto dentro de ella unos segundos y cuando fui a sacarla, Marisa dijo:

  • Espera, aún no, quédate dentro un poco más

Me quedé quieto hasta que mi erección casi había desaparecido. Salí con cuidado y Marisa seguía en la misma posición. Le dije que esperara, que iba a por papel para limpiarnos.

Cuando volví, ella se limpió y entonces se incorporó. Me miró y se me acercó. Me besó, un beso lento y largo, buscando mi lengua. Luego se separó y me dijo:

  • Sin exigencias

Asentí y ella se separó. Entonces se giró para mostrarme el culo y me preguntó:

  • ¿Está muy colorado?
  • Me has dejado sin piscina jeje
  • Sí, mejor no vayas así
  • Pero ha merecido la pena
  • ¿De verdad te pone eso?
  • Ya lo has visto

Me quedé mirándola y entonces ella dijo:

  • Anda, vete y disfruta el fin de semana

La miré como se vestía. Entonces le di un beso en los labios y me fui. Mira que ya había cerrado el tema con Marisa y ahora de nuevo lo había abierto, a saber que repercusiones tenía esto.

MARISA
Vi como Dani cerraba la puerta y se iba. Pensé “estás loca Marisa, llevo días diciéndome que no tengo que tontear con él, que no volvamos a liarnos, que es una gran locura, y en cuanto me quedo a solas con él me olvido de todo y me comporto como una zorra total”

Me dolían las nalgas, los azotes no habían sido nada comparados con los que me propinaba Jesús (el ex) pero llevaba mucho tiempo sin probar eso. “Dios, que cachonda me he puesto, sabía que me iba a correr en cuanto me la metiera… aún estoy un poco mareada”.

Me senté y me puse a pensar en Antonio “Que se joda, mira que le he pedido sexo de todas las formas posibles… pues ahora que se joda con estos nuevos cuernos”.

MARTA
“Entiendo” dejando el móvil en la mesa. Llevaba semanas intentando hablar con Dani pero siempre comunicaba “¿Me habrá bloqueado?”. Quería hablar con él en persona, no por mensajes, quería disculparme por como corté con él, seguro que seguía enfadado conmigo. Pero ahora la que estaba enfadada era yo. Charo me acababa de mandar unas fotos que le había pasado Ale. En ellas, se veía a Sara y Dani en una piscina, en un bar… los dos agarrados y acaramelados. Y Ale le había dicho a Charo que esos dos estaban saliendo juntos.

“Son pareja, el hombre que no quería relaciones ni ataduras… entiendo. En verdad lo entiendo perfectamente, Sara es guapa y atractiva, no como yo”. Pero me sentía herida, muy herida.

“Llevo sin pareja desde hace más de un mes y estoy bien, tranquila.. quería arreglar las cosas con Dani, no sé si para volver a lo de antes o, por lo menos, para volver a hablar, no sé, pero ahora ya no le veo sentido a eso… Lo de volver con mi novio había sido una malísima idea. Al principio parecía que todo iba a ir mejor pero que va, es que no, eso estaba hundido desde hace mucho y era imposible hacerlo resurgir, pero me emperré e iba todo cada vez peor, menos mal que reaccioné y corté y me sentí mucho mejor. Al menos no corté pensando en volver con Dani, ahí él no tuvo nada que ver, fue una decisión personal, sin pensar en volver con Dani, y menos mal que fue así porque lo mismo ahora estaría arrepentida pero no, para nada arrepentida de cortar con mi novio, bueno, exnovio”.

Entonces mi móvil sonó. Sabía quien era pero miré. Charo me decía que bajara ya. Habían quedado para ir al pueblo de Ale que estaba de fiestas. No tenía ninguna ganas pero la idea era ir a ayudar a Ale y Jorge a estudiar, en un par de semanas tenían el primer examen de septiembre. Los cuatro vivíamos en pueblos distintos pero muy cercanos. Jorge, Ale y Charo habían estado viniendo casi todas las tardes de agosto a mi casa para estudiar. Era el mismo grupo de estudio que en la universidad pero sin Dani, que no necesitaba estudiar porque él sí había aprobado todo, no como Jorge y Ale.

Contesté que ya bajaba y cogí mi mochila. El plan era quedarse en una casa de campo de Ale un par de días, para estudiar por las mañanas y tardes, y salir por la noche. Yo no quería ir pero Charo no paró de insistirme así que claudiqué. Ella quería ir por el sexo con Ale, claro, “y quería que me liara con Jorge pero yo paso, Jorge no está mal pero no estoy ahora para esos líos y él no me gusta de esa forma”.

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