MOISÉS ESTÉVEZ
El técnico informático los esperaba para darles lo que creía que sería
una buena noticia.
- Hola Mancusito. Qué tienes –
- ¿Mancusito? – preguntó Abraham divertido.
- Es Mancuso, pero al inspector le gusta tocarme los huevos –
- Un poco de respeto niñato o te pateo el culo – Bromeó Nick – Mancuso
era su padre, gran policía y mejor amigo. Fue mi primer compañero y mentor –
Al chico le vinieron gratos recuerdos vividos junto a su progenitor y casi
no pudo evitar que se le humedecieran los ojos. Añoraba su presencia y
maldecía su ausencia. Disimuló como pudo y fue al grano con lo que tenía del
caso. - Aunque me ha llevado tiempo, no fueron muchos los vehículos que
circularon en torno a la manzana en cuestión –
De las matrículas que pudieron ser captadas, incluidas las parciales, ya
se había encargado Mancuso de iniciar una búsqueda en las diferentes bases
de datos a las que tenían acceso, y los vehículos que no las tenían a la vista de
las cámaras, estaban siendo rastreados por algunos agentes sobre el terreno. - Buen trabajo Mancusito. Todo contando con que el sospechoso, sea
quien sea, se moviera sobre cuatro ruedas y que su plan no contemplase otra
cosa – - No me cortes el rollo socio – dijo Abraham – Quién coño pensaría en
secuestrar a alguien a pie – - Creo que nadie, pero vete a saber si pudo dejar el vehículo cerca con
anterioridad, lo que sería una putada para el chico. Horas y horas de
grabaciones. Bueno, de todas formas dinos lo que sea si salta algo en el
sistema… ‘Mancuso’ – - Eso está hecho – dijo éste sorprendido al oír su nombre correctamente
de boca del inspector…