SERGIO CANEVA
Cuando la nada inunde el cielo
y sea la vida muerte en el suelo
y el silencio aturda en ecos
que se remontan desde tan lejos.
Cuando la luz no forme sombras,
siendo el calor quien reina y mora,
como crisol que va fundiendo
sueños que ya no serán nuestros
Cuando el planeta sea el recuerdo,
del que lo creó y sentimos lejos
y angustia muda sienta en su pecho
del albedrío que ungió los cuerpos.
Y el frío queme y derritan hielos
y el magma riegue lagos y cerros
y el fuego abrace mares eternos,
que entre suspiros emigran al cielo.
A borbotones ¡ya! sin aliento,
quedando todo al paso desierto,
por un tsunami que va cubriendo
de fino polvo y ceniza ardiendo.
Cuando el planeta, no sea más nuestro,
no habrá más egos, codicias y celos,
ni indiferencias, avaricias o miedos.
Tan sólo cuerpos que ya ardiendo
la oscuridad cremará en silencio.
29/01/2022