ALMUTAMID
Dormir toda la noche con Alba era lo mejor. Y además como ese día no teníamos clase nos quedamos en la cama remoloneando hasta media mañana entre charlas y caricias. Yo en el fondo tenía cierto sentido de culpabilidad por haber violado su intimidad al leer su diario. Por eso me levanté y disimulando cogí el librito de donde estaba y se lo enseñé.
-¿Qué es?
-Ahn, nada. Un cuaderno donde escribo cosas.
-¿Y las puedo leer?
Alba se levantó de la cama y dándome un pico me lo quitó de las manos.
-Son tonterías, Luis. Me da vergüenza.
-Porque es un diario…
-No llega ni a eso. Pero hay veces que me gusta escribir lo que pienso y con el tiempo leerlo y darme cuenta de si estaba equivocada o no.
-Interesante. ¿Y te equivocas muchas veces?-quise saber.
-En lo que respecta a ti, en nada…-dijo retirándose al baño tras ponerse las braguitas y una camiseta.
Su respuesta era clara. Y aunque mi curiosidad persistía tras lo leído al día anterior me sentí incluso orgulloso. ¿Qué habría sido de mí si Alba no hubiera perseverado?
Me puse los calzoncillos y me fui al baño con ella que ya salía. Desayunamos pensando planes. Al final me tocó acompañar a mi novia y a Viqui de rebajas aprovechando las últimas gangas de agosto. Y bien que las aprovecharon. Pues volvieron con varias bolsas: bañadores, vestidos y alguna tienda más a la que no me dejaron entrar porque me mandaron a tomar un café.
Al final nos quedamos a comer en el centro los tres haciendo planes para nuestras vacaciones en el País Vasco. Allí se nos unió Mikel al salir de trabajar. Tras comer ellos se fueron a casa del vasco y nosotros a la de Alba.
Nos echamos la siesta en la cama en ropa interior. Bueno, se la echó mi novia con su buen dormir mientras yo le acariciaba la espalda desnuda. Al despertarse estábamos tontorrones y acabamos echando un polvo relajado con mi chica sentada sobre mí mientras yo disfrutaba de sus preciosos pechos.
Nunca habíamos follado tan seguido. No me esperaba en Alba ese deseo pero estaba claro que en su cerebro había desaparecido el bloqueo y entendía el sexo como una forma más de profundizar nuestra relación. El problema fue que cuando estábamos más a gusto en la cama relajados tras habernos corrido los dos llamaron al timbre.
Alba se puso una camiseta y un short deportivo y salió a ver quien era mientras que yo por precaución me puse los calzoncillos y me quedé alerta. Oía a Alba hablar pero no sabía con quien ni entendía lo que decía. A los 5 minutos volvió.
-¿Quién era?-pregunté.
-La vecina. Que sabe que estoy sola y quería saber si estaba bien.
-¿Sabe que estoy aquí?
-No.
-Vale, mejor.
-Pero ha sido divertido.
-¿El qué?- pregunté.
-Ella diciéndome que tuviera cuidado, que no fuera sola por la calle y tal. Es muy mayor, ¿vale?
-Y yo pensando. Señora, no se preocupe que tengo a mi novio en la cama, jajajaja. Ay madre…si supiera lo que acabábamos de hacer.
-Ven anda, que me he asustado pensando que tu padre nos iba a pillar infraganti.
-Jajajaja, no llamaría a la puerta ¿no crees?
-Verdad, pero me preocupa. Él tan serio y yo deseando todo el día hacer cositas malas con su hija…
-¿Malas?- preguntó acurrucándose a mi lado.
-Malísimas…
-Pues a ella cree que son buenas…
-Pero gime de dolor…
-Jajajajajajaja- soltó una carcajada dándome un manotazo en la barriga.
-¿Te hace gracia?
-Me parto contigo…
Empecé a hacerle cosquillas mientras la decía:
-Ahora sí que te vas a reír…
-Jajajajaja, para, para- intentaba sujetarme los brazos.
Entre cosquillas y sus intentos por zafarse acabé montado sobre ella y terminamos besándonos. Y entre besos le dije:
-Quiero metértela otra vez…
-Y yo que me la metas…
Sólo con Marta al principio y con Claudia había follado tan seguido. Pero efectivamente allí estábamos otra vez comiéndonos la boca con ganas y quitándonos la ropa para terminar encajado entre sus piernas. Pero tanto sexo seguido en las mujeres tiene la virtud de acelerar su orgasmo pero en los hombres la contraria. Así que tras un rato en la postura del misionero en que mi chica llegó y otro rato en que se dio la vuelta y yo montado por detrás la penetraba apoyado en su culo y espalda no conseguía correrme.
El segundo orgasmo de Alba fue más intenso y me pidió que parara. Pero ella quería que yo llegase, así que me hizo ponerme de rodillas con mis piernas a los lados de su cintura mientras ella me pajeaba, pero se cansaba y yo no conseguía correrme. Por más que le dije que no hacía falta insistió hasta que se me ocurrió por la posición que juntara sus pechos colando yo mi churra bajo ellos. La cubana me excitaría más teniendo en cuenta cuanto me gustaban sus tetas. Era una fantasía que tenía desde hace tiempo pero que sabiendo sus límites a ciertas prácticas no me había atrevido a proponerle. Pero notando su evidente cambio de actitud respecto al sexo ahora me atreví a decírselo. Ver como mi polla se perdía entre sus dos tetas y cómo sus pezones eran más oscuros que mi glande cuando asomaba entre ellos era una visión que ayudaría a que llegara mi orgasmo.
Mi chica complaciente aguantó el rato que estuve frotando mi polla entre sus pechos mientras yo se los alababa. Noté que por fin ya faltaba poco y me levanté pajeándome con fuerza mientras Alba me animaba pidiéndome mi semen. Al fin solté varios chorros muy líquidos sobre sus tetas y su cuello mientras mi chica acariciaba mi culo y mis pelotas. Estaba rendido.
Además se nos había hecho muy tarde. Yo tenía partido con los chicos. Alba me despidió mientras me vestía apresuradamente aun con mi semen sobre su cuerpo. Tenía el tiempo justo de cambiarme de ropa en casa y llegar a la carrera a las pistas deportivas.
Mi chica se ducharía y me buscaría tras el partido para tomarnos algo todos juntos como era costumbre. Mientras me ponía la ropa de deporte en casa no podía dejar de pensar en mi polla entre sus tetas y la despedida con mi semen pegado a su piel. No me lo podía creer. Desde el fin de semana casi no habíamos parado de follar cuando teníamos oportunidad. De hecho tenía incluso la polla algo escocida. Bendito escocimiento.
Pero no estuve bien en el partido. No sé si sería el calor o tanto sexo poca antes de jugar pero me sentí flojo. De hecho, mis amigos empezaron a hacer bromas al respecto suponiendo que venía con las botas bien puestas de follar pues sabían que Alba estaba sola en su casa esos días.
Tras el partido pasamos por casa a ducharme y cenar. Mi madre estaba encantada de tenernos todo el día juntos y “que nos lleváramos tan bien”. ¿Cómo nos íbamos a llevar? Tras la cena de nuevo a casa de Alba. Tras la visita de la vecina por la tarde entramos con más precaución.
Al día siguiente teníamos clase y había que poner el despertador. Además había que hacer la bolsa para el fin de semana. Ella se puso a prepararle mientras que yo veía la tele en el sofá. Cuando terminó nos fuimos a la cama.
No terminaba de acostumbrarme a tener a mi novia en bragas en la cama y me empalmé pero no la busqué pues con el trabajo que me había costado correrme por la tarde íbamos a dormir poco. Y tenía la polla escocida. Pero al final no nos dormíamos y le dije:
-Alba…¿Estás despierta?
-Sí, lindo.
-No te lo vas a creer…
-¿Quieres hacerlo otra vez?
-¿Cómo te has dado cuenta?
-Está duro, jajajaja.
-Vale, pensé que no se notaba con la oscuridad.
-Mañana tenemos clase y después tienes con conducir. ¿No prefieres descansar?
-Sí y no…
-Jajajajaja
Mi chica se volvió y me besó en la mejilla.
-Tú no tienes ganas…-dije algo decepcionado.
-Bueno, tengo que decir que mi niño ha cumplido sobradamente estos días.
-Estas satisfecha.
-Contigo aunque no lo hiciera.
-Pero ¿prefieres hacerlo?
Se quedó callada pensando. Para qué preguntaría yo eso. Menos mal que terminó susurrándome:
-Luis, follar contigo es lo mejor del mundo…
Nos quedamos en silencio abrazados pero yo no sabía si empezar a meterle mano o besarla para provocar que empezáramos de nuevo. Lo único que se me ocurrió fue decir:
-En todo el fin de semana no vamos a poder nada de nada…
-Jajajajajaja, eres incansable…
-Es que nunca hemos estado tanto tiempo juntos, y…
-…y mañana vamos a caernos de sueño. Venga. Vamos a dormir que tenemos toda la semana que viene y el viaje al norte, lindo. Y me caigo de sueño.
-Vale…-le di un beso y me acomodé en la cama de espaldas a mi novia.
Pero ella se giró abrazándome por la espalda apretándome el pecho mientras sus tetas se pegaban a mi espalda.
-¿Estás enfadado?
-No. No puedo.
Me besó el hombro y sin dejar de abrazarme me dio las buenas noches otra vez. Con su facilidad habitual en menos de 5 minutos ya respiraba fuerte señal de que dormía. Me solté de su brazo y me levanté a beber agua. De regreso me volví a echar en la cama besando su frente. No podía quejarme de mi suerte. Con Alba sólo me faltaba una cosa y ya la tenía.
Me abracé a su cintura y apoyé la cabeza en su hombro. Ella dormida, al sentirme se giró pasando su brazo por mi costado. Hasta en sueños me abrazaba.
Ella se despertó antes pues no estaba en la cama cuando abrí los ojos. Como me estaba meando me fui al baño donde tuve serias dificultades para atinar con el chorro por culpa de una erección matutina prolongada. Cuando terminé me fui a la cocina donde me encontré a mi novia con una camiseta preparando el desayuno. Me recibió con un abrazo y un beso largo.
-¿Cómo has dormido?- me preguntó.
-Muy bien.
-Me alegro.
-Te noto, no sé. Radiante. ¿Te pasa algo?- pregunté.
-¿Qué me va apasar? Jajajajaja, pues que te quiero…