Mª DEL CARMEN MÚRTULA
La flor no niega su perfume a quien se le acerca,
es generosa, pródiga, gratuita, desprendida…
ofrece desinteresadamente cuanto es,
sin esperar ser reconocida ni aplaudida.
Así tú, aunque no te reconozcan ni valoren,
ofrécete como eres a todo el que se acerca
sed desasida, dadivosa, desinteresada,
aun sin esperar ser correspondida.
No te canses de dar cuanto tienes y eres,
actúa con nobleza, honradez y dignidad,
y vive siempre según tu propia identidad.
Aun en los tiempos de deslealtad,
cuando te paguen mal por bien,
por encima de la crueldad
actúa siempre con gratuidad.