MOISÉS ESTÉVEZ
Su don de gentes hizo que Abraham cayera bien a los técnicos. A estos
tenía que encargarles la soporífera tarea de revisar los vídeos de los
alrededores del local donde Karen trabajaba y de donde supuestamente
desapareció tras cerrar aquella noche, claro que la balanza se decantó
finalmente gracias a la enorme y suculenta caja de donuts con la que obsequió
a sus nuevos compañeros.
- Si encuentran cualquier cosa nos avisarán de inmediato – le dijo el
detective judío al detective agnóstico – mientras, me imagino que tenemos que
ir a ver a su familia… – - Aún no hemos localizado a nadie. Ni padres, ni hermanos, ni hijos…
aunque un par de agentes siguen en ello…