FRAN REL

DOMINGO​
MARTA
Me desperté sin saber donde estaba ni que hora era. Entonces miré a mi alrededor y recordé al ver a un Javi profundamente dormido de espalda a mí. Tenía la espalda y el culo al aire, en la habitación hacía calor, tenían puesta calefacción. Lo miré. Javi tenía un cuerpo escultural, que bien formado tenía todo. Me levanté con cuidado de no despertarlo. Busqué mi ropa y la cogí para luego meterme en el baño.

Hice un pis rápido que era lo que me había despertado. Luego me miré al espejo, “dios que cara tengo” Me dolía la cabeza por la bebida, no estaba nada acostumbrada a beber. Entonces me fijé en mi pelo “pero ¿Qué es…? ah, joe” recordando la corrida de Javi en mi cara, se ve que había llegado al pelo y ahora lo tenía asqueroso. Tendría que ducharme pero no quería despertarlo, me quería ir ya antes de que se despertara, pero así no podía salir a la calle. Me mojé el pelo con agua y me lo peiné como pude. Me quedó mal pero al menos no lo tenía pegado por la corrida.

Me puse el vestido y salí sin hacer ruido. Cogí mis zapatos, abrigo y bolso y salí de la habitación. Fuera me puse todo y fui al ascensor. Sentía vergüenza profunda, sabía perfectamente la pinta que tendría y más saliendo así a esa hora pero quería llegar a casa ya.

En cuanto salí, no supe que hacer, no conocía esta zona. Cogí el móvil para mirar una parada de taxi cercana y me dirigí allí. Mientras caminaba pensaba en lo que había pasado esa noche, me acordaba perfectamente de todo, de cada orgasmo y cada sensación. Recordé como Javi empezó a tontear mientras bailábamos, como me cogía, me tocaba, como me iba encendiendo rápidamente. Y cuando le dije que iba al servicio, como me siguió, me besó, me llevó a una esquina, me metió mano, como me derretía con sus besos y sus dedos… el orgasmo que tuve. Y luego cuando llegamos a la habitación, sin parar de besarnos, como me desnudó y luego él se desnudó. Y recuerdo que cuando lo vi desnudo pensé “Este tío no es para mí, se ha equivocado conmigo o quizás piensa que soy una guarra, pues vale, le daré eso”. Javi había dejado las luces encendidas y me daba igual porque yo estaba tan cachonda y con un punto de alcohol importante que no sentía ni vergüenza de que me viera desnuda, yo quería verlo a él. Y no me defraudó nada, Javi tenía un cuerpo de 10, y su polla, aunque no grande, estaba muy bien. Me tiré al suelo y se la chupé con ansia. Luego él me llevó a la cama y me lo comió hasta correrme, y ni intenté pararlo, al revés, quería sentir su lengua.

Luego se puso encima para follarme pero ahí tuve algo de entereza y le pedí que se pusiera condón. Se lo puso y me folló muy bien, me llegó otro orgasmo y a él también. Había sido todo muy rápido pero intenso, no había estado nada mal. Pero entonces me sorprendió, no había acabado, se quitó el condón y la seguía teniendo dura. Me dijo que se la chupara y la seguía teniendo durísima. Pensé que al final no se había corrido pero la polla le sabía a semen. Miré al suelo, el condón estaba lleno. Y eso me puso aún más cachonda, el tío seguía excitado por mí, y se la chupé con más ansia.

Y follamos, y follamos, y follamos, y yo tenía un orgasmo, y otro. Y él se corrió en mi cara, y se la chupé, y él siguió follándome sin condón, ya me daba todo igual, no me controlaba nada. Y entonces me puso a cuatro y le dije que me follara el culo, se lo dije yo. Y él me lo lamió, me echó saliva y me lo folló, pero no como Dani con cuidado, Javi me lo folló fuerte, y como dolía, se me saltaron las lágrimas y escondí la cabeza en la almohada pero no lo paré porque quería que me doliera, porque estaba cabreada conmigo, y con Dani. Y, de repente, de ese dolor insoportable, pasé a ponerme otra vez cachonda, y me toqué y me corrí con su polla en mi culo, y él se corrió dentro de mi culo. Y ahí ya caí sin fuerzas para nada y me dormí.

Javi era un amante excepcional, estaba claro, y me lo había pasado muy bien con él pero tenía una sensación agridulce y era por Dani, y por mi comportamiento, había sido una zorra total con Javi, sedienta de sexo. Tenía que pensar en lo de Dani y en mi comportamiento, estaba descontrolada con el sexo “¿Qué demonios estoy haciendo follando a lo salvaje con un tío que conozco desde hace solo unos días? Esta no soy yo”.

DANI…
Me desperté desorientado… ¿Dónde estaba? Miré y vi a Gema y luego me di cuenta que estábamos en su habitación. Miré el móvil, casi las 12 de la mañana. Y me acordé de Marta ¿Cómo estaría? Estuve tentado de escribirle. Conociéndola, se habría despertado temprano y se habría ido a casa sin despertar a Javi, eso si se había quedado. O quizás ni siquiera hubiera follado con él, lo mismo se habría echado para atrás en el último momento… pero no, la vi como se lo pasaba bien, como se corría con él… estaba claro que habían follado.

Entonces sonó un móvil pero no era el mío. Gema se despertó y lo cogió. Era Javi. Gema me dio un beso y habló con él mientras se levantaba e iba al baño. Al poco volvió y seguía hablando con él. Por lo que entendía, Javi quería almorzar con ella antes de irse. Entonces Gema preguntó:

  • ¿Y qué tal con Marta?

Ella escuchó y se rio. Me miró y dijo:

  • Se lo han pasado bien

Siguió escuchando y dijo:

  • Pero se fue temprano sin despertarlo

Sonreí, la iba conociendo bien. Gema siguió hablando un rato más y luego colgó. Me dijo:

  • Me ducho y me voy a almorzar con Javi ¿Te vienes?
  • No, estoy molido
  • Pero vente, y llama a Marta
  • No, otro día
  • Que flojito, un polvillo de ná y ni te puedes mover jajaja
  • ¿Fue de ná?
  • jajajaja, no sé, no sé…
  • No lo sabes ¿no?

Gema me sonreía y dijo:

  • Anda, vente y te duchas conmigo
  • ¿No están tus compañeras?
  • Vendrán esta tarde, tenemos la ducha para nosotros solos, a ver si se te ocurre algo jajaja

Y se fue desnuda. La seguí, y vaya si se nos ocurrieron cosas. Luego me vestí y me fui a mi casa pero antes Gema me dijo:

  • Llama a Marta, quedad
  • ¿Por?
  • Hablad sobre lo de anoche
  • No hay nada que hablar
  • Habladlo, eso es sano
  • Pero es que no hay que dar explicaciones
  • No son explicaciones, es hablar de vosotros, hazme caso
  • Pero ¿Le ha pasado algo?
  • A ella no, a ti, aclara tus sentimientos con ella

Me fui a casa y me hice algo rápido para comer y luego me volví a acostar, estaba aún molido. Me desperté un par de horas más tarde. Miré el móvil y escribí a Marta preguntándole que qué tal. Tardó una hora en responderme un escueto “bien”.

Me quedé pensando. Entonces le escribí:

  • ¿Cansada?
  • ¿Por el sexo?
  • No, bueno, no sé, me refería por salir anoche y eso
  • Ah, sí
  • ¿Me paso luego, tomamos algo y charlamos?
  • No, estoy cansada, me voy a acostar temprano

Me quedé sorprendido. Era la primera vez que me decía no a quedar. Al poco escribió:

  • Mañana hablamos, hasta luego

Que raro. ¿Habrían follado tanto que estaba tan molida como para no querer verme? Me acordé de Javi, de como follaba sin parar y corriéndose varias veces… ¿Lo habría hecho con Marta? ¿Habrán echado más de un polvo? “mmm bueno, me da igual, si ella está satisfecha, bien ¿no?” o ¿Quizás no había disfrutado y estaba comiéndose la cabeza? o peor ¿Le habría dicho Javi algo sobre sus tetas o algo así? No, no creo, Javi parece un buen tío y Gema me dijo esta mañana que se lo habían pasado bien.

“Bueno, mejor dejo de sacar conjeturas sin tener ni idea. Voy a ver si estudio algo”. Me puse a estudiar y luego iba a cenar con mis tíos pero al final ni tuve ganas. Me acosté temprano, con un runrún en mi cabeza que no me gustaba nada.

LUNES​
DANI
Me levanté, nueva semana y esta vez sí iba a desayunar al fin con Marisa y a echarle un buen polvo aunque tenía claro que estaría cabreada por como la dejé tirada la semana anterior, pero no me esperaba lo que me encontré.

Al llegar a la cocina vi que no había nada preparado. La llamé y al poco apareció desde su habitación. Me llamó la atención que iba en vaqueros, no en las mallas de deporte. Pero sobre todo me quedé sorprendido al ver su cara seria y con mucha mala leche.

Lo que siguió no fue nada bonito. Me enteré que había visto la pequeña orgía desde mi ventana, esa que tantas alegrías me había dado y ahora se volvía en mi contra, y me insultó llamándome cabrón, hijo de puta,… luego a Gema y Sara, putas, zorras… se despachó a gusto. Yo también me cabreé y le dije que quien se creía que era, que yo hacía lo que quisiera, que no le debía nada. La cosa subió mucho en decibelios y ni ella hizo nada para apaciguar ni yo, que solo veía en ella una persona posesiva que me quería controlar.

Acabamos fatal, ella diciéndome que no era más bienvenido a su casa, que nada de comer con ellos y que me fuera buscando casa para el siguiente curso, que aquí no me quedaba. Y ya lo que me cabreó del todo fue un amenazante “y si le dices algo a tu tío, si no te mata él, te mato yo”. Le contesté:

  • Pero ¿Quién te crees que soy? ¿Te crees que soy capaz de ir a mi tío con esto solo por joderte?
  • Ya no sé que pensar, no has hecho más que despreciarme
  • No te he despreciado Marisa, solo follo con otras, no eres mi pareja
  • Mira, vete, vete y no vuelvas
  • De acuerdo

Y me fui dando un portazo.

MARISA…
“Joder, mierda… se me ha ido de las manos” pero es que estaba super alterada, y sobre todo, me sentía despreciada y utilizada, “éste se ha aprovechado de la pobre vieja patética”.

Sabía que me había pasado mucho con muchas cosas que había dicho, sobre todo la amenaza, pero estaba tan cabreada que no había podido parar de gritar y decir barbaridades.

Escuché como Dani se iba a la facultad. Me senté y empecé a llorar sin poder remediarlo. “Bueno, mejor así, esto que hacíamos era una locura…” pero tendría que arreglar las cosas con Dani en un futuro, era familia y se verían muchas veces, el sexo se acabó pero tenían que volver a hablar y relacionarse… “Dejaré pasar unas semanas y luego lo invitaré a cenar… y le tengo que decir que lo del piso fue solo un momento de cabreo, a ver como le explicamos a Antonio que, de repente, el niño se va a otro piso, hasta se enfadaría con él por buscarse otro alquiler… ufff, tengo que arreglar todo esto pero ahora mismo no, no puedo ni verlo…”.

Me calmé pero entonces recordé de nuevo mi amenaza “Dios ¿Cómo he podido decirle eso? la cara que ha puesto, como le ha cambiado el semblante al escucharme, no por miedo sino porque se ha sentido muy dolido porque yo piense que podría hacer eso” y rompí a llorar otra vez “No estoy bien pero de eso sí me tengo que disculpar algún día”.

“Y a Gema le pensaba decir dos cosas pero de esa zorra no me fio, esa sí es capaz de irse de la lengua… mejor me contengo con ella”.

DANI…
Iba echando humo tras la bronca con Marisa “mira, mejor así, nunca debería haberme acostado con ella, tengo a Gema y a Marta, más de lo que merezco”. Entonces me acordé de Gema, a ver como se lo tomaba, seguro que me decía que ella intentaría arreglarlo o algo por el estilo “pero no, no quiero más follones con Marisa, esa tía no está bien de la cabeza, me ha amenazado la tía loca”.

Aparqué y le escribí a Gema:

  • Hola ¿vas para el gimnasio?

Al poco respondió:

  • Hola nene, no, estoy fuera
  • Ah ¿Y eso?
  • Al final, ayer tarde convencí a Javi de ir a ver a Sonia y Fran, y vamos camino de su ciudad
  • Ah
  • Estaremos allí uno o dos días, no sé
  • mmm tenía ganas de verte
  • ¿Sí? ainssss, pues aprovecha estos días con Marta
  • Ya
  • ¿Hablasteis?
  • No, ayer no quiso, estaba cansada
  • Bueno, no lo dejéis
  • Pero ¿Qué te ha dado ahora a ti por eso de que hablemos ella y yo?
  • Pues porque me gustáis los dos y os veo a cada uno con ideas diferentes en cuanto a vuestra relación
  • Ya, porque ella está colgada de mí ¿no?
  • ¿Y tú no de ella?
  • ¿Yo? que va, se lo dejé claro desde el principio, solo sexo y amistad
  • Ya, ya… pero las relaciones evolucionan

Me quedé pensando, estaba claro que Gema pensaba que Marta quería algo más que ser folla amiga. O quizás incluso Marta le había dicho algo durante la peluquería o algo así, quien sabe. Bueno, volvería a dejarle claras las cosas a Marta.

  • Vale, hablaré con ella
  • Bien
  • Te dejo, voy a entrar en la facultad
  • Hablamos nene, adiós

GEMA…
Dejé el móvil a un lado y miré a Javi que dormitaba en el asiento del tren. Dani no quería reconocer sus sentimientos por Marta, estaba cómodo follando con varias pero no se quería dar cuenta de lo mucho que quería a Marta, pero vi su cara cuando Marta se lio con Javi, y cuando se fueron. Y luego cuando follamos, con una rabia y fiereza dura. Esa noche, el sexo había sido increíble, con un Dani dominante, fiero,… justo lo que yo sabía que él podía hacer, pero no pensaba que iba a ser por Marta.

Espero que lo hablen y se aclaren.

DANI…
En la facultad no vi a Marta hasta entrar en clase. Luego nos vimos pero con más gente. No hablamos pero estaba seria. Al terminar las clases, fui a la biblioteca y en la puerta me encontré a Charo, Jorge, Ale y Sara. Me acerqué y le pregunté a Charo por Marta:

  • C: Se ha ido a casa
  • D: ¿Qué? ¿Y eso?
  • C: Se sentía mal
  • D: ¿Está enferma?
  • C: Bueno, sí
  • D: ¿Pero resfriada?
  • C: mmm no
  • S: Ay, hijo, que no te enteras, que le ha llegado la regla y le dolía
  • D: Ah, joder, pues dilo Charo, que no es algo para ocultar

Me aparté de ellos y le escribí a Marta:

  • ¿Estás bien? me acabo de enterar que te sientes mal y te has ido a casa
  • Sí, bueno, estoy regular
  • ¿Y por qué no me lo has dicho? te hubiera llevado a tu casa
  • No hacía falta
  • Joe Marta, que sabes que no me hubiera molestado nada
  • Ya
  • ¿Quieres que vaya a hacerte compañía?
  • No, me voy a echar un rato
  • Pero voy y no sé, te hago algo ¿necesitas algo para el dolor?
  • No, gracias, de verdad, es algo normal, me pasa de vez en cuando
  • Bueno, si necesitas cualquier cosa, llámame ¿eh? lo digo en serio
  • Gracias pero no, esto no es nada, en un rato se me habrá pasado
  • Vale, luego te llamo a ver como sigues
  • De verdad, que no es nada
  • Ya, bueno, yo te llamo
  • Vale, te dejo, voy a echarme
  • Vale

Volví al grupo donde solo quedaban ya Ale y Sara y discutían:

  • S: Entonces ¿Te vas a quedar?
  • A: Sí, tengo que estudiar
  • S: ¿Hasta que hora?
  • A: No lo sé
  • S: Joder

Ale se metió en la biblioteca dejándonos a Sara y a mí a solas. Entonces Sara me miró y me preguntó:

  • ¿Tú también te quedas o vas detrás de tu Marta?

La miré, la tía estaba cabreada y la frase la había dicho con bastante bordería. Le dije:

  • Mira que eres borde
  • Es que me cabrea Ale
  • ¿Por estudiar?
  • No, veo normal que quiera estudiar, pero lo lógico sería que después me buscara para cenar, y si quiere, siga estudiando ¿no? somos novios joder
  • Ya

Sara suspiró y luego dijo:

  • Vale, perdona por la bordería
  • No pasa nada
  • ¿Está mejor Marta?
  • Iba a echarse
  • Se habrá tomado algo para el dolor y tardará un poco en hacer efecto
  • Sí, supongo
  • Bueno, pues yo me voy para casa
  • Bien
  • ¿Sabes que Gema está de viaje?
  • Joder, sí que habláis
  • Claro, se ha dio con Javi a visitar a unos amigos
  • Ya, me ha escrito hace un rato para contármelo

Nos miramos sin decir nada más. Desde el polvo, no habíamos cruzado palabra. Entonces dijo:

  • Sobre lo del otro día
  • ¿Sí?
  • No te irás de la lengua ¿no?
  • ¿Tú que crees?
  • Los tíos sois muy fanfarrones
  • No, tranquila, no se lo voy a contar a nadie
  • Bien, confío en ti
  • Claro
  • Bueno, me voy ¿Te quedas?
  • Sí, estudiaré un rato aquí
  • ¿Y luego a ver a Marta?
  • No creo, no parecía con ganas de compañía
  • Ganas de follar seguro que no tiene

Sonriéndome de forma socarrona. Entonces bajó la voz y dijo:

  • Oye, una cosa
  • ¿Qué?
  • ¿En serio me viste con Gema? ¿No fue que ella te lo contó?
  • Claro que te vi desde mi ventana
  • Que cabrón
  • ¿Yo? Y ¿Qué querías que hiciera? ¿Mirar a otro lado mientras dos tías buenas follan frente a mí?

Sara me miró con una medio sonrisa y dijo:

  • No, está claro que un tío miraría y se pajearía
  • Claro
  • Espero que lo disfrutaras
  • Indudablemente
  • Que cabrón

Pero sonriendo. Entonces se fue, sin despedirse, moviendo ese culito que tiene. La miré unos segundos y luego me metí en la biblioteca donde estuve un par de horas. Al salir, llamé a Marta que me dijo que estaba mejor pero que no necesitaba que fuera, que estaba acostada, que nos veríamos al día siguiente así que me fui a casa aunque al llegar, me acordé de lo de Marisa y que ya no podía cenar con ellos y me dio bajón de nuevo. Me hice cualquier cosa rápida y me puse a estudiar.

Al rato, llamaron a mi puerta y me levanté extrañado. Al abrir, me encontré a Sara que me dijo:

  • Quiero ver esa ventana
  • ¿Cómo?
  • Quiero ver si es verdad
  • ¿No lo has visto desde la de Gema?
  • Ahí solo veo una ventana, no sé si es la tuya
  • Pasa y compruébalo

Sara entró. Llevaba leggins y camiseta, muy parecido a la noche de la orgía. Miró por la ventana y dijo:

  • Joder, es verdad
  • Claro
  • Y seguro que ya sabías que Gema y Javi estaban follando cuando te avisé ¿no?

Sonreí sin decir nada. Ella me miraba con cara de “serás cabrón”. Y preguntó:

  • ¿Desde cuándo follas con Gema?
  • Tú te la follaste primero
  • ¿Folláis mucho?
  • Bastante

Nos quedamos callados y entonces dijo:

  • Lo del otro día… yo no hago esas cosas
  • ¿No?
  • No, no soy de esas
  • Ajá, y el trío con Gema y Lily no es de esas ¿no?

La tía, a estas alturas, aún estaba tratando de aparentar pero yo ya no le iba a dejar pasar más rollos. Sara puso cara de sorpresa y dijo:

  • Eso sí te lo ha contado Gema
  • Pues no recuerdo si Gema o Lily

Sara me miró de nuevo con sorpresa y dijo:

  • ¿Te has acostado con las dos?
  • Sí, varias veces

Sara me miraba con la boca abierta de sorpresa. Entonces dijo:

  • Joder, y parecías soso
  • ¿Sí? ¿Te parecí soso esa noche?
  • No mucho
  • ¿Te gustó la experiencia?

Sara me miró con una media sonrisa y dijo:

  • Interesante
  • ¿Sí? ¿Solo eso?
  • El final te lo podías haber ahorrado
  • ¿Correrme en tu cara? pues a mí me gustó
  • Ya, claro
  • Y a Javi también
  • Que cabrones
  • Seguro que no era tu primera vez
  • Tú que sabrás

Sara estaba apoyada en mi mesa, y yo estaba a un metro de ella. Me acerqué y le dije:

  • ¿Cuántos orgasmos tuviste?
  • ¿Crees que tuve alguno?
  • Conmigo seguro que uno, con Javi no sé

Sara me miraba sin decir nada hasta que habló:

  • Te dije que yo ya había acabado
  • Ya, pero se ve que aún no del todo

Entonces le puse la mano en la nuca, la acerqué para besarla y nos liamos en un morreo intenso. Acabamos en mi cama, follando durante 10 minutos, corto pero intenso, aunque nada que ver con los polvos con Marta o Gema o Marisa, ni con la orgía, solo fue un polvete bueno.

Sara se levantó al poco, se vistió y me preguntó:

  • ¿Has cenado?
  • Ah, yo no… me voy para casa a tomar algo
  • Vale
  • Hasta luego
  • Adios

SARA…
“Bueno, el polvo no ha sido gran cosa pero sirve para que me corra y me quedé a gusto” pensé mientras volvía a mi casa. “Los polvos con Ale son aún más rápidos y nunca llego, al menos éste aguanta hasta que me corro, y me gusta su polla, follaré más con él, a ver si se une Gema y entonces sí que será divertido de verdad”.

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