MOISÉS ESTÉVEZ
- Hasta ahora tenemos poco de donde tirar. Escenarios limpios, sin
testigos por la zona que hubiesen podido ver algo, algún movimiento
sospechoso por los alrededores de algún vehículo… Es el modus operandi lo
que nos hace pensar que se trata del mismo hombre. Me siento bastante
impotente sabiendo que tiene otra chica y apenas si puedo hacer algo para
salvarle la vida. – El tiempo corre querida Karen – dijo esto último pensando en
voz alta.
Abraham, judío no practicante, de familia practicante, guardaba silencio
mientras degustaba el café y oía atentamente lo que Nick le contaba. - Dices que nadie ha visto nada cerca del escenario donde se han
producido los hechos – - Exacto –
- Y qué hay de las cámaras de seguridad –
- Nada de nada. O no las hay, o no funcionan –
- Entiendo. ¿Y si damos un paso atrás? –
Nick hizo una extraña mueca – soy yo el que no entiende. Qué quieres
decir – - Podemos ver las cámaras de las manzanas que rodean a la del lugar
donde Karen supuestamente fue raptada. No los alrededores del local, sino los
alrededores de los alrededores. Dada la hora tan intempestiva seguro que el
movimiento de vehículos sería escaso, pudiendo ver si algunos de estos
tomaban la dirección del garito, y sí, es verdad que la tarea sería lenta y
pesada pero creo que merecería la pena – El detective se adelantó a Nick
diciendo esto último, suponiendo lo que estaría pensando.
El detective se quedó mirándole un tanto sorprendido aunque logró que
no se le notase – cómo no se le había ocurrido a él – pensó. - Pues la verdad que no es mala idea… –