ELISA DÍAZ-ROP
Inhalaba, exhalaba, inhalaba… exhalaba…
La cara oculta de la luna, el documental, estaba emitiéndose en la televisión por cable. En casa de Eva se escuchaba un silencio ensordecedor salvo por el programa de fondo que sonaba desde el salón. Ella estaba rígida, tendida sobre el sofá, tratando de suavizar su respiración.
Pero por más que lo intentara los nervios se habían hecho con el control absoluto de sus músculos. Su cerebro daba órdenes de mover el pie derecho, nada. El pie izquierdo, tampoco nada. Desde pequeña le había sucedido, ante situaciones alarmantes su organismo decidía protegerse activando la inmovilidad tónica, paralizando así temporalmente su cuerpo. Podía durar unos minutos, unos segundos, el caso es que era incapaz de crear reacción alguna a lo que acontecía. Una respuesta cerebral típica de insectos ante una presa mayor, según Discovery Channel.
Eva siendo un insecto palo tendido a lo largo del sofá. Eva siendo mantis religiosa sin mover una sola antena para defenderse. La tensión iba en aumento, la respiración amenazaba con sacar pedazos viscosos desde los pulmones. No le quedaba otra, usar la fuerza bruta para salir de ésta. Concentrándose más que nunca llenó sus pulmones de aire y bloqueó su expulsión. Esa falta de oxígeno al pasar el tiempo, esa contención forzosa de exhalar, esa presión en las costillas junto a los espasmos de su tronco fue lo que hizo que al fin moviese la pierna derecha entera despertando así la movilidad total. Apertura de boca, aspiración de aire, inhalación…. (sonido)
Eva volvía a la vida móvil.
Se puso en pie de un salto y trató de salir corriendo hacia la puerta. Intuía sus marcos iluminados por una fina línea dorada alumbrada por la luz del rellano cuando pisó de lleno con el pie izquierdo, aquel que tenía fracturado desde hacía tres semanas. Aquel que había olvidado. Perdió el equilibrio y cayó contra el suelo. Encogiéndose del dolor levantó la mirada justo para ver cómo en ese momento una llave se introducía en la cerradura y la puerta se abría dando paso al mayor de sus temores.