ANA MARÍA OTERO
La música llena el aire, endulzando el ambiente mientras la luna brilla en lo alto del oscuro cielo.
Acerca tu cuerpo al mío y bailemos abrazados, olvidando el adiós que acompañará a la salida del sol, sintiendo el hechizo de la luna que bendice este momento, grabándolo para siempre en el infinito, donde eternamente permanecerá protegido, aguardando el encuentro definitivo que no tendrá final.
De momento olvídalo todo, no pienses en la despedida y soñemos que la vida entera es este momento compartido que nunca acabará.