FRAN REL

LUNES​
DANI
Gema y yo nos despertamos tarde. Lily había madrugado y se había ido y yo ni me había enterado. Gema sí pero luego se había vuelto a dormir. Cuando miré el móvil para ver la hora, desperté rápidamente a Gema, los dos llegábamos tarde. Salimos corriendo y cada uno nos fuimos a nuestra casa. Yo llegué, me duché y salí corriendo a la facultad, ya había perdido la primera clase. A Marisa no la vi, ya se habría ido al gimnasio cuando yo llegué.

Tras las clases, fui a la biblioteca aunque no tenía intención de quedar con Marta porque ya había quedado para esa noche con Gema. Me la encontré en una mesa con Charo, Jorge y Ale. Estuvimos hablando todos de que ya mismo eran los exámenes y a ver si nos veíamos todos los días para repasar. A mí eso me venía genial por el retraso que llevaba. Al rato dijeron de ir a tomar un café pero Marta y yo nos quedamos. En cuanto me quedé a solas con ella le pregunté:

  • ¿Cómo estás de “eso”?
  • Ayyy, no me preguntes por eso
  • ¿Por qué no?
  • Porque parece que fue algo terrible y no lo fue, ya te dije que al día siguiente casi ni me molestaba
  • Ya pero no sé…
  • Mira, de verdad, olvídalo, no fue para tanto
  • No te viste
  • Ayyyy, pero si te dije que me estaba gustando

Estaba totalmente colorada. Ese día llevaba falda y le puse una mano en el muslo. Ella dio un pequeño respingo pero no dijo nada y sonrió. Automáticamente me dijo:

  • ¿Quedamos esta noche?
  • No puedo, estoy reventado
  • ¿Por qué?
  • He estado en el campo con unos amigos y estoy molido
  • Bueno, yo te puedo relajar
  • jeje, eso seguro, pero necesito recuperar sueño

Mentiras, mentiras y excusas… me ponía malo ir con tanta historia a Marta. Le pregunté:

  • ¿Y tu finde?
  • Tranquilo, mi hermana no estaba con sus neuras de la boda jeje
  • Ah
  • He estado estudiando
  • ¿Te has masturbado?
  • Dani!!!
  • ¿Qué? solo es curiosidad

Marta me miró y al final dijo muy flojito:

  • ¿Cuántas veces?
  • Eso no te lo voy a decir
  • ¿Más de una?
  • Ufff, que no te lo voy a decir
  • Eres una viciosilla, por lo menos dos veces jeje

MARTA….
Me quedé mirándole… si él supiera… este finde habían sido 3, una cada noche. Entonces le dije:

  • El próximo día que quedemos… mmmm
  • ¿Qué?
  • Pues que… mmmm me gustaría probarlo de nuevo
  • ¿El qué? ¿El sexo anal?
  • Chissttttt
  • jajaja, es que me ha sorprendido
  • Pero no… mmm es que he leído… mmm
  • ¿Has estado leyendo sobre sexo anal?
  • Un poco y dicen de ir despacio, probando poco a poco
  • Ya
  • No sé, quizás que la metas un poquito solo y la siguiente un poco más… despacio…
  • Pero eso ya lo hice
  • Ya, fuiste despacio pero en vez de meterla entera, solo un poquito
  • Pero es que no fue entera

Le miré sorprendida y dije:

  • ¿No???
  • No, que va
  • ¿Cuánto fue?

Dani me mostró con un dedo lo que me había metido y me quedé pasmada, no podía ser. Le dije:

  • ¿Sólo eso?
  • ¿De verdad?
  • Se sentía mucho más

“Madre mía, con lo que me dolió y solo fue eso” pensé angustiada. Pero puse buena cara y dije:

  • bueno, pues volvemos a probar con eso
  • ¿Seguro? quizás sea mejor usar más los dedos…
  • No, bueno, eso también, claro…. hay que dilatar… y el lubricante… no sé… lo que tú quieras
  • jajaja
  • ¿Por qué te ríes?
  • Que en eso mandas tú, no es lo que yo quiera
  • Ya, pero no sé… ya sabes como soy…

DANI…
Le di un beso y me reí de nuevo. Pensé “Qué lástima que no pueda hacer un trío con Marta y Gema porque Marta jamás lo haría, pero le vendría bien que Gema le enseñe algunas cosas como el sexo anal, le preguntaré a Gema a ver que podemos hacer para que Marta disfrute bien del sexo anal”.

Acaricié su muslo y metí un poco más la mano por dentro. Marta dijo bajito:

  • Para por favor
  • ¿No te gusta?
  • Sí… demasiado
  • ¿Entonces?
  • Que lo van a notar cuando vengan
  • ¿El qué?
  • Lo cachonda que me pones

Metí más la mano hasta llegar con un dedo a sus bragas, que roce suavemente. Marta puso una cara entre vicio y angustia que era todo un poema. Le dije al oído:

  • Cuando te masturbabas este finde ¿Pensabas en mí?
  • Claro… por favor, Dani, para
  • ¿No te gusta?
  • Síiii pero aquí no…

Le sonreí y saqué la mano de entre sus piernas. Entonces Marta dijo:

  • Pero deja la mano ahí!!
  • jajaja pero si me acabas de decir que pare
  • Pero me gusta que me toques

Volví a poner mi mano en su muslo y le dije:

  • ¿Así?
  • Un poco más adentro

Le acaricié el muslo por dentro y ella afirmó con la cabeza. Le dije:

  • Tienes las piernas muy suaves
  • mmm
  • ¿Esta noche te vas a masturbar?
  • Quizás ¿Te llamo y lo hacemos juntos?
  • jeje, no sé, lo mismo me acuesto temprano
  • No me importa

Entonces vi llegar a los demás y me separé un poco. Marta puso cara de perplejidad pero entonces se dio cuenta de lo que pasaba y disimuló. Al poco se levantó diciendo que tenía que ir al servicio. Yo dije que también y salimos los dos. En cuanto estuvimos fuera de la vista de los otros, la cogí de la mano y me la llevé a un rincón para morrearnos con mucha ansia. Mientras nos besábamos le subí la falda por detrás y le acaricié el culo por encima de las bragas. Cuando terminamos, ella estaba totalmente colorada y con cara de vicio, se le notaba lo caliente que estaba. Estábamos en una zona de poco paso, y Marta estaba con la espalda cerca de la pared. La giré y me puse yo de espalda a la pared, y ella tenía la espalda al exterior por donde podía pasar gente. Le dije:

  • Dame tus bragas

Marta puso cara de “estás loco” pero le dije:

  • Seguro que las has mojado, quiero olerte

Ella me miró y luego hizo el gesto de girar la cabeza para mirar atrás pero le dije:

  • No, me las das sin mirar
  • Pero es que…

La miré fijamente y entonces ella, sin mirar si venía gente, se las quitó en un rápido movimiento y me las dio. Eran unas bragas blancas. Las toqué y sí, estaban húmedas. Las olí y ufff, como olían a coño. Me las guardé y le dije:

  • Esta noche te las doy
  • ¿Esta noche?
  • ¿Vamos a quedar?
  • Sí, tengo que follarte, no voy a aguantar a mañana

Marta sonrió ampliamente y luego me besó metiéndome la lengua. De nuevo la puse contra la pared y le acaricié el culo pero esta vez directamente al no tener bragas. Bajé un poco la mano y le acaricié el coño y le metí un poco el dedo para comprobar que lo tenía muy mojado. Después nos separamos y ella lanzó un suspiro de ansia para decir:

  • ¿Nos vamos ya?

Entonces me acordé de Gema, que había quedado con ella… con el calentón con Marta, me había olvidado. Ahora estaba en un problema. Lo pensé un segundo y le dije de irnos ya, me daba tiempo a estar con Marta y luego con Gema. Marta se fue al servicio y yo volví a la biblioteca y les dije que Marta y yo nos íbamos y recogí nuestras cosas. Charo sonrió con mirada cómplice, Ale estaba al móvil y ni se enteró pero Jorge puso cara de sorpresa y luego de pena al darse cuenta de lo que pasaba, me dio lástima.

Salí con las dos mochilas y esperé a Marta. Fuimos a mi coche y en cuanto se sentó, le dije:

  • Enséñamelo

Marta puso cara de no comprender pero rápidamente lo entendió. Pensé que iba a protestar pero miró por la ventanilla y luego se levantó la falda para enseñarme su coño. Puse mi mano en su muslo y se lo acaricié, pasando un dedo por el escaso pelo que se había dejado. La miré y ella sonrió.

MARTA…
“ufff, como me mira” al ver la cara de él tras levantarse la falda. Desde luego, estaba claro que Dani se moría por follarla y eso la ponía aún más.

Arrancó el coche y llegamos a mi casa casi sin hablar. Me costaba aguantarme las ganas que tenía. En cuanto entramos en mi habitación nos besamos intensamente y luego él me fue desnudando. Cuando me quitó la falda se retiró un poco para mirarme de esa forma que me derrite y dijo:

  • Túmbate en la cama

Y lo hice. Continuó:

  • Abre las piernas

Y lo hice. Su cara era de vicio por mí y yo ya no aguantaba más. Entonces dijo:

  • Tócate
  • ¿Qué?
  • Tócate para mí
  • No, tócame tú
  • No, quiero que te masturbes para mí
  • Daniiiii, por favor

Me miró severamente y a la vez, con una lascivia total. No sé como, mi mano se dirigió a mi coñito palpitante y ansioso y me toqué. Él me miraba y eso me calentó aún más y aumenté el ritmo de mi mano. Entonces él se fue desnudando lentamente y aún me calenté más y me tiré de un pezón. Dani se quedó con sus bóxers que tan genial le quedan y me dijo:

  • Córrete para mí

Y no sé como, me toqué sin importarme nada, solo Dani, su cuerpo y como me miraba y acabé corriéndome mientras nos mirábamos. Él sonrió y se desnudó completamente mostrándome su maravillosa polla en todo su esplendor. Me levanté y me fui a por él. Me arrodillé y me la metí en la boca, que rica estaba.

DANI…
“¿Cómo es posible que tras follarme a dos pibones como Gema y Lily, Marta con lo poquita cosa que es, me ponga tantísimo?” Pensé mientras Marta terminaba de correrse. Me había brindado todo un espectáculo y ahora venía a mí y comenzó una mamada ansiosa, pero la tuve que parar porque estaba demasiado excitado tras verla masturbarse de esa forma.

La levanté y la besé para luego llevarla a la cama donde nos besamos más. Luego me puse encima suya y la follé despacio. Estuvimos así unos minutos hasta que le dije que cambiáramos de posición y ella se puso encima mía. Me cabalgó bien, no como lo había hecho otras veces que se la notaba incómoda, desde la semana pasado había cambiado muchísimo en cuanto a estar incómoda desnuda. Esta vez estaba totalmente desinhibida y se movía sin problema, mirándome y gimiendo. De repente, no aguanté más y me corrí. Ella echó la cabeza para atrás y lanzó un grito profundo, quedándose quieta y luego derrumbándose encima mía.

Nos quedamos unos minutos sin movernos, respirando fuerte. Luego ella se echó a mi lado, sonriendo. Le dije:

  • Guau
  • Eso digo yo jeje
  • Eres super sexy Marta
  • No, lo eres tú
  • Ya

Entonces me levanté y le dije que me iba ya. Ella protestó y me dijo de quedarme pero le conté la mentira de que estaba cansado, que me quería acostar temprano. Ella dijo que durmiera allí, que no hacía falta que folláramos más si estaba cansado, pero no, tenía mis planes con Gema y me fui.

Llegué a casa, me duché y luego le escribí a Gema por si venía a cenar o después. Al rato me contestó:

  • Nene, no voy a ir
  • ¿Y eso?
  • Estoy malita
  • ¿Qué te pasa?
  • No sé, supongo que un buen resfriado, llegué esta tarde con frío y mal cuerpo y tenía fiebre. Me acosté y me acabo de despertar y no voy a salir de la cama
  • Vaya ¿Necesitas algo?
  • No, Sara me ha traído algo de la farmacia
  • Bueno, si necesitas cualquier cosa, avísame
  • Gracias nene, te dejo, si luego me encuentro mejor charlamos un poco que tengo ganas
  • Como quieras, cuídate

“Al final podría haberme quedado con Marta” Pensé. La verdad es que por la mañana había notado a Gema algo decaída, no tan vigorosa como siempre, se ve que ya estaba empezando con el resfriado.

Me fui a cenar con mis tíos. Marisa me echó alguna mirada anhelante cuando no estaba mi tío pero no dijo nada. Al irme, le dije “bueno, me voy a estudiar, mañana desayunamos juntos” y Marisa sonrió satisfecha.

Me puse a estudiar y al par de horas me escribió Gema, que le había bajado la fiebre y ya era persona decente y podía hablar. Charlamos sobre el finde y los polvos, ella estaba muy contenta. Y luego dijo:

  • Bueno, y ahora los deberes con Marisa para esta semana
  • ¿Más cosas?
  • Claro nene… pero es facilito
  • ¿El qué?
  • Tienes que ordenarle lo que te hicimos Lily y yo en tu culito
  • ¿Eso???
  • Sí ¿No te gustó?
  • Es que… mmmm es poco varonil
  • jajaja, si tienes un culito para comérselo
  • jeje, pero es que eso es de gay ¿no?
  • No tonto, te gustó ¿Verdad?
  • mmmm
  • pero serás tonto, no querer reconocerlo
  • Es que es raro
  • Bueno, pues mañana se lo dices a Marisa
  • Pero lo mismo le da asco si es su primera vez ¿no?
  • No, te aseguro que no es su primera vez jajaja
  • ¿Por qué lo dices?
  • Tu tía tiene mucha más experiencia de la que piensas jajaja
  • No sé…
  • Sí, nene, créeme
  • Bueno, ya veremos
  • Y pensaba dar un paso más pero tal como estoy, no creo que pueda
  • ¿Qué paso?
  • Que ella mirara contigo como me follo a alguna chica
  • ¿Sí? pero si no le interesan las tías
  • jajajaja, ya veremos, ya veremos
  • ¿Te ha dicho algo?
  • No, pero mi intuición…
  • Ah, ¿Intuición o deseo?
  • jajaja, ambas cosas jajaja bueno, te voy a dejar, voy a intentar dormir algo, me tengo que recuperar rápido
  • Bien… ah, espera ¿Te puedo molestar con otra cosa?
  • Dime
  • Es que la semana pasada pasó una cosa con Marta y necesito consejo, y el finde no tuve oportunidad para preguntártelo
  • Venga, cuéntame

Y le conté todo lo del sexo anal con Marta. Gema se rio y me dijo que sí, que habíamos ido muy rápidos pero que si ella lo había pedido y seguía diciendo que quería probar, era buena cosa. Me dijo:

  • Es que con lo “tuyo”, hay que ir despacio… si la tuvieras como Jesús, por ejemplo, pues mira, esa es fácil jajaja
  • Sí, me fijé que la tiene delgada
  • Sí, pero con la tuya mmmm tienes que dilatar más el ano… mira, te voy a dar una cosa que tengo sin abrir
  • ¿El qué?
  • Un plug anal, me lo regalaron por una compra pero como tengo otros, ese ni lo he abierto, eso le vendrá bien a Martita

Y me explicó que era. Quedamos en que al día siguiente me pasaría a recogerlo y nos despedimos. Me quedé pensando si a Marta le gustaría usar juguetes de esos o no.

MARTES​
MARISA
Abrí la puerta con cuidado y miré… no había nadie, menos mal. Entré y escuché la ducha. Me acerqué a la puerta del baño para ver si escuchaba algo pero no, solo agua, no parecía que tuviera compañía. Busqué ropa femenina pero no, Dani estaba solo. Sonreí “Al fin un polvo en condiciones”. Empecé a desnudarme mientras pensaba en lo mucho que necesitaba un buen polvo. La semana pasada había sido frustrante y el sábado aún más. Le había pedido sexo a Antonio pero él dijo que estaba cansado, que tenía mucho estrés en el trabajo y no estaba de ánimo, y me jodía profundamente, primero por mis ganas de follar y luego porque me sentía culpable y quería recompensárselo con un buen polvo “pero acabamos en bronca y de las fuertes”. Recordé como me había acostado de mala leche y Antonio aún más.

Aunque me estaba follando a Dani y tenía muchas ganas de él, Antonio siempre tendría sexo conmigo si quería, eso lo tenía claro, seguía con ganas de follar con él, eso no había cambiado. Pero el sábado se me juntaron la frustración de no poder follar con Dani ni con él, “y me salió la mala leche” recordé aún con amargura. Luego, por la mañana, lo intenté arreglar con una mamada mañanera, que hacía siglos que no le hacía una, poca cosa para mí con las ganas que tenía de follar pero, al menos él se levantó de buen humor.

Me tumbé desnuda en la cama de Dani a esperarlo “Espero que hoy se porte porque lo necesito”.

DANI…
Salí de la ducha pensando si iba a desayunar con Marisa o no, quizás le diría a Gema de desayunar con ella si seguía enferma, por hacerle compañía un rato, Marisa podría esperar otro día.

Me sequé y abrí la puerta. Al girarme hacia mi cama vi a Marisa desnuda en mi cama, de costado, mirándome con una sonrisa de vicio. Lo primero es que me dio un pequeño susto, no la esperaba y estaba ensimismado con mis pensamientos. Le dije:

  • Joder Marisa
  • Buenos días
  • Voy a tener que cerrar con llave
  • ¿Te molesta que esté en tu cama?
  • No, pero joder, avisa
  • Era una sorpresita ¿No te gusta?

La miré. Se la notaba ansiosa y dije:

  • Mira que eres viciosa, estás ansiosa porque te folle ¿no?
  • ¿Tú no tienes ganas? Porque “eso” no miente

Señalándome la polla que se me había puesto dura mirándola. Me acerqué a la cama y me senté a su lado. La acaricié y le dije:

  • Pues claro que tengo ganas de follarme a mi zorrita

Marisa se giró para ponerse boca arriba mientras me sonreía y le dije:

  • Joder, mira que estás buena

Mientras le pasaba suavemente un dedo desde su boca, bajando por sus tetas y luego llegando a su coño. Marisa abrió las piernas y paseé el dedo alrededor de su coño pero sin meterlo, luego le acaricié la parte interna del muslo. Marisa me cogió la polla y comenzó a mover su mano, con una mirada de vicio total.

MARISA…
Tenía la polla durísima, había sido casi instantáneo el verme desnuda y ponérsele dura y eso me encantaba. Quería esa polla dentro de mí pero antes me la pensaba comer. Intenté incorporarme para chupársela pero el me volvió a empujar sobre la cama:

  • Quédate quieta zorrita, quiero verte bien

Mientras seguía con esa tortura deliciosa de su dedo por mi cuerpo. Se puso a jugar con mis pezones y los pellizcó, demasiado suavemente. Quería gritarle “Tira fuerte” pero me callé. Pellizcó de nuevo y jadeé. Le dije:

  • Fóllame hoy más duro
  • Te follaré como yo quiera ¿no zorrita?
  • Sí pero hoy necesit… ahhhh

DANI…
Le metí el dedo en el coño y con el pulgar le acaricié el clítoris. Marisa gimió fuertemente, dejando la frase a medias. Le dije:

  • Te callas zorrita, aquí mando yo ¿Verdad?
  • Síiii

Quería que la follara duro… pero si siempre la follaba duro ¿Qué más quería? ¿Más insultos? La masturbé con dos dedos mientras ella jadeaba y se removía en mi cama. Estaba chorreando, estaba cachonda perdida “seguro que no ha follado con mi tío”. Me levanté y me puse encima de ella. Levanté sus piernas y las puse en mis hombros y la penetré rápido, sin miramientos. Marisa soltó un jadeó fuerte y luego un gemido de placer. Comencé a follarla rápido mientras ella gemía más y más fuerte, pero tuve que parar porque me iba a correr. Se la saqué y ella dijo:

  • Diosssss, no pares, estaba a punto de correrme!!!
  • Calla zorrita
  • Daniii, por favor, sigue
  • No, ven y chúpamela

Marisa me miró con exasperación pero rápidamente se incorporó y se puso a chupármela con mucha ansiedad. Yo estaba erguido sobre la cama y ella a cuatro pero chupándomela rápidamente, demasiado porque de nuevo estaba a punto de correrme. La cogí del pelo y tiré para atrás para separarla de mi polla, pero por las prisas tiré fuerte, demasiado y me arrepentí en el acto. Marisa gritó de dolor pero me miró con cara de vicio y me dijo:

  • Así, trátame mal

Me quedé perplejo.

MARISA…
Ese tirón del pelo me hizo recordar como me follaba mi ex, Juanma, y me encantó. Habían pasado ya muchos años de aquello pero como me follaba ese cabrón. Pero Dani no era Juanma, le faltaba su mala leche, Juanma me hubiera tirado del pelo y dado un bofetón por intentar que se corriera cuando él no quería. Ojalá Dani lo hubiera hecho pero ahora me miraba como asustado “noooo, lo estabas haciendo muy bien” pensé. Le dije:

  • Dime lo puta que soy

DANI…
Miré esa cara de vicio sin saber que hacer. Le dije:

  • Hoy estás muy salida

Marisa me miró con decepción y dijo:

  • Porque soy muy puta

Y me miró como dándome pie a seguir así que le dije:

  • Siempre has sido muy puta
  • ¿Sí?
  • Sí, calentando a tu sobrino
  • Y la chupas como una puta profesional

Marisa me miró de nuevo con cara de vicio. Me moví para tumbarme boca arriba y le dije:

  • Chúpame los huevos

Y Marisa lo hizo con ese ansia que tenía ese día, con muchas ganas, tanto que casi me hacía daño. Primero uno, luego el otro, metiéndoselos en la boca y lamiéndolos. Entonces recordé a Gema y su tarea, que me daba mucho corte pero me armé de valor y le dije:

  • Cómeme el culo

Marisa ni se inmutó, bajó más la cabeza, me levantó un poco la cintura y me lamió el ano con las mismas ganas. La dejé hacer unos segundos pero luego la paré y le dije:

  • Sí que eres puta

Y ella me sonrió con esa cara de vicio total que tenía ese día. Le dije que se pusiera encima y se clavó mi polla de un tirón. Me cabalgó salvajemente mientras yo la insultaba y ella gritaba lo que le gustaba mi polla, estaba totalmente desatada. Entonces paró y se sacó mi polla para luego ponerla en su culo pero antes de clavársela, la paré y le di el lubricante, estaba tan caliente que se la iba a meter sin nada. Marisa me lo echó y corriendo se metió mi polla en el culo, esta vez más despacio y jadeando con cara de vicio. En cuanto la tuvo dentro, comenzó de nuevo una cabalgada rápida, gritando que le iba a destrozar el culo con mi polla pero sin parar de moverse. Le puse una mano en el coño y la masturbé mientras que con la otra, le cogí una teta. Ella gritó que le tirara de los pezones. Lo hice pero ella dijo:

  • Más fuerte, joderrrrrrr

Y entonces tuvo su orgasmo, lanzando un gran grito y quedándose parada. Entonces yo me corrí pero ella seguía parada con mi polla eyaculando dentro de su culo. Estuvo así unos segundos y entonces se derrumbó jadeando y gimiendo, sin poder parar unos espasmos acojonantes.

Marisa se echó en la cama, boca abajo y yo me quedé a su lado. Había sido rápido pero super intenso. Al rato ella dijo:

  • Necesitaba esto
  • ¿Un polvo salvaje?
  • Tendremos polvos más salvajes aún jajaja

Estaba flipando ¿Más salvajes? pero si había sido vicio puro. Me levanté y me fui de nuevo a la ducha, había sudado muchísimo. Al salir, Marisa no estaba, ni ella ni su ropa. Me vestí y fui a la cocina. Ella también se había metido en la ducha. Al poco llegó y comenzamos a desayunar. Le pregunté:

  • ¿Qué te pasaba hoy?
  • Nada
  • ¿Nada? pues no veas como estabas
  • Tenía ganas de un polvo
  • Ya, solo eso jeje
  • Pues sí
  • ¿Sigues sin follar con mi tío?
  • Pufff, no me hables de eso
  • ¿Por qué?
  • Tuvimos discusión, es que lo está pasando mal en el trabajo y anda muy estresado

Ya, estresado… lo que está es seco por la amiguita. Le dije:

  • Ya
  • Y me enfadé pero luego me arrepentí, pero es que me tenéis abandonada
  • No es eso
  • No, que va, tú con tu amiguita y él con el trabajo
  • Que yo he estado estudiando
  • Ya, claro

Nos quedamos callados, comiendo, y entonces le dije:

  • Perdona por el tirón del pelo
  • No pasa nada
  • Es que me iba a correr y lo hice sin pensar
  • Ya, lo sé
  • Te ha tenido que doler
  • ¿Me he quejado?
  • mmm no
  • Aguanto mucho el dolor

Y se me quedó mirando fijamente. Entonces le dije:

  • Entonces ¿Tampoco te duele el culo? porque te has movido muy bestia
  • No ha sido para tanto

Joder como estaba ese día Marisa, muy cachonda y muy desafiante. Terminé de comer y le dije que me tenía que ir ya. Ella solo me dijo:

  • Mañana desayunamos también ¿no?
  • mmm no lo sé
  • No me jodas Dani
  • Tengo los exámenes en unas semanas y voy mal, no me agobies Marisa
  • Claro, media hora de polvo te van a fastidiar un examen

La miré fijamente y le dije:

  • Nos vemos
  • Dani, no te enfades, es solo que…
  • No me enfado, pero me tengo que ir

MARISA…
Vi cerrarse la puerta y seguí recogiendo. Había sido un buen polvo pero Dani no daba el paso para mostrarse más duro, más dominante. Había tenido algunos momentos buenos durante el polvo pero al final casi se había quedado en lo de siempre, a ver como lo espabilaba.

DANI…
Llamé a la puerta y unos segundos después me abría Sara:

  • ¿Qué haces aquí?
  • Buenos días, es que mi tía me ha dicho que Gema está enferma
  • Ah, sí
  • Y vengo a ver como está
  • Ha pasado la noche con fiebre, entra, su habitación es aquella

Y fui allí. En efecto, Gema no tenía buena cara. La saludé y me dijo:

  • Me volvió la fiebre
  • Ya me ha dicho Sara
  • Que mierda

Entonces llegó Sara y dijo:

  • Eso te pasa por irte por el campo como una cabra loca, sudar y luego no abrigarse

Y estuvimos unos minutos hablando de la enfermedad de Gema y que hacer… Entonces sonó el móvil de Sara y dijo:

  • S: Ale ya está abajo, me voy
  • G: Vale
  • S: Si necesitas algo, mándame un mensaje
  • G: Gracias
  • S: ¿Te vienes?
  • D: Ahora voy
  • S: Bueno, pues hasta luego

Y se fue, dejándonos a Gema y a mí a solas. Al poco escuchamos la puerta cerrarse y Gema dijo:

  • Me está cuidando bien
  • Ya veo
  • Vino por la noche para ver como estaba y se ha quedado aquí conmigo
  • ¿Sí? No parece de esas
  • Sí, ha sido un amor
  • ¿Quieres que vayamos al médico? Te acompaño
  • No, es solo un enfriamiento mal llevado, ayer no debería haber ido al gimnasio por la mañana y ponerme a sudar estando ya mala
  • Ya ¿Quieres que me quede para hacerte compañía?
  • Nooo, si ahora me voy a dormir, y esto no es nada
  • Para que no te aburras, que a ti te gusta mucho la compañía
  • jajaja, eso es verdad, pero no, quiero dormir, pero muchísimas gracias
  • Nada, de verdad que no me cuesta, me pongo a estudiar aquí mientras duermes
  • No, ve a clase

Estuvimos charlando unos minutos más pero no le conté lo de Marisa porque ella no estaba de ese humor, lo hablaría con ella cuando estuviera mejor. Me iba a ir ya y le pregunté por lo que me había dicho la noche anterior. Me dijo que mirara en un cajón de un armario. Lo abrí y me giré hacia ella sorprendido:

  • Madre mía, que cantidad de juguetes tienes!!!

El cajón estaba lleno de consoladores y otras cosas. Ella se rio y dijo que sí, tiene muchos pero que luego usa pocos. Busqué lo que me decía y se lo llevé. Lo miró y dijo:

  • Sí, es éste, mira, está sin abrir
  • Ya
  • mmmm pero pensé que era de los pequeños, para culitos vírgenes jeje, éste es más grande aunque, teniendo en cuenta lo tuyo, le vendrá bien jajaja
  • jeje y con esto ¿Qué hacemos?
  • ¿Te tengo que explicar donde meterlo? jajaja
  • Nooo, jeje, me refiero ¿Esto es para que ella lo use cuando se masturbe?
  • Sí pero sobre todo para que lo uséis cuando folléis, se lo pones y luego, juegas con él, ya sabes
  • mmmm
  • Y folláis con eso puesto, verás como le gusta
  • ¿Sí? no veo a Marta muy de juguetes
  • Porque no los ha usado jeje, es divertido, ya verás
  • Bueno, ¿Te doy el dinero de lo que cuesta?
  • No, no, que tonto… me invitas a una copa el próximo día jajaja
  • Vale, hecho, pues gracias
  • Ella me las tendría que dar jeje va a flipar jajaja

Me despedí de ella diciéndole que para cualquier cosa, me llamara y en 10 minutos estaba allí. Ella me lo agradeció y me fui.

MARTES, UN POCO MÁS TARDE​

DANI
En la facultad, después de las clases, me fui a la biblioteca para repasar dudas con Marta y Charo. Allí estaban con Jorge y al rato llegó también Ale. Estuvimos allí un par de horas. Entonces me llamaron mis padres y salí a hablar con ellos. Mientras estaba con el móvil, vi salir a los cuatro hacia la máquina de café, donde se quedaron tomándoselo mientras charlaban. Al poco llegó Sara y pude ver claramente las diferencias entre las 3 chicas. Sara iba hecha un pincel, maquillada, con el pelo suelto y sedoso, una camiseta ajustada aunque sin enseñar escote, y una mini falda también ajustada remarcando un buen culo, unas medias o panties, y unas botas con tacón. Luego estaba Charo, todo lo contrario, sin maquillaje, vaqueros anchos, camiseta con escote y zapatillas de deporte. Con sus gafas, pelo recogido de cualquier forma y sin maquillaje. Por último, Marta, bajita, camiseta holgada, vaqueros ajustados remarcando su pequeño pero redondito culo. Ese día iba con el pelo suelto, como ya hacía casi siempre, sin gafas y con un leve maquillaje.

Las miraba a unos 5-6 metros y, aunque Sara resaltaba físicamente por encima de las otras dos, no dejaba de mirar a Marta. Entonces, moviéndose el grupo, Sara y Marta se pusieron de perfil a mí, y comparé sus figuras empezando por el culo. El de Sara era algo más grande pero por poco, también estaba delgada. Las dos lo tenían redondito. Sara era unos 10 centímetros más alta que Marta y llevaba tacones. Además, Sara iba muy recta, siempre parecía que le habían metido un palo por el culo. En cambio, Marta encima de bajita, siempre está un poco encogida, por su forma de ser tan introvertida. Donde Sara le sacaba una gran ventaja era en la forma del busto, sus pechos eran grandecitos y mucho más frente a Marta. Y la cara, Sara es guapa, bonitos ojos, labios, nariz… Marta no resalta en nada concreto, pero tiene un rostro agradable de mirar. Entonces, alguien contó algo y se pusieron a reír y ahí es donde estaba la gran diferencia, Marta tiene una risa y sonrisa fresca, sincera y franca, todo lo contrario a Sara que siempre parece tener una sonrisa falsa, y eso estaba viendo en ese momento. Entonces se volvieron a mover y ahora Marta se puso de espalda a mí.

Nadie del grupo me había visto. Terminé de hablar y escribí a Marta:

  • Ese culito me vuelve loco

Vi como Marta sacaba el móvil para mirarlo. Entonces se giró buscándome y al verme, me sonrió matándome. Entonces me escribió:

  • Que tonto eres
  • Lo sé
  • Anda, vente

Y fui y estuve charlando un poco con ellos. Entonces Ale se fue al cuarto de baño y los demás nos fuimos para la biblioteca, pero entonces Sara me dijo:

  • Espera un momento

Me quedé y mientras los demás seguían andando. Le dije:

  • ¿Qué pasa?
  • ¿Has hablado con Gema?
  • Al medio día le mandé un mensaje pero no me ha contestado
  • Antes me pasé por casa, estaba durmiendo, pero creo que esta tarde le va a dar fiebre de nuevo
  • ¿Y eso?
  • Porque antes de venirme la toqué y ya se le notaba algo
  • Ah
  • ¿Tú vas ahora para tu casa?
  • ¿Por?
  • Es que yo tengo que ir a unas conferencias y llegaré tarde a casa
  • Ah
  • Y le he comprado esto ¿Se lo llevas?

Dándome un paquete. Siguió:

  • Es para que le baje la fiebre
  • Ah ¿Te lo ha pedido ella?
  • No, pero le irá bien ¿Se lo llevas?

La miré extrañado, no le pegaba estar preocupada por alguien. Lo cogí y me dijo:

  • Quédate un rato con ella, estará depre allí metida
  • Eso seguro jeje

Entonces llegó Ale. Sara le dijo:

  • S: Bueno, nene, me voy ya, me recoges luego ¿no?
  • A: No sé, tengo que estudiar
  • S: Nene, que salgo a las 11 de la noche ¿Me vas a dejar ir sola a esas horas?
  • A: Es que creo que nos vamos a ir a casa de Jorge o Charo, a estudiar
  • S: Que les den… tú te vienes, además, Dani no va a ir, me acaba de decir que se va para su casa

Ale me miró con mala leche. Yo dije:

  • D: No, bueno, todavía no hemos hablado de lo que vamos a hacer ahora
  • S: Tú te vas a tu casa y Ale a la suya, y luego a las 11 me recoges nene
  • A: Que te lleve a tu casa otra de las que van
  • S: no nene, eres mi puto novio, vas y me recoges…

Y me fui, no quería escuchar discusiones de pareja. Estuve un rato más con ellos en la biblioteca pero al rato me fui. Vi como me miraba Marta, claramente tenía ganas de quedar pero no le di opciones, quería ver como estaba Gema y hacerle compañía un rato, aunque me jodía no quedar con Marta, tenía muchas ganas de follar con ella y, además, tenían que probar el juguete… que mierda.

MARTA…
Vi, con una gran decepción, como Dani se levantaba y se iba pero bueno, era normal “no querrás que se quede todas las noches contigo ¿no? también tiene otras cosas que hacer… otras a las que follar más interesantes que tú” pero sacudí la cabeza “no, no pienses así, él ve algo en ti”.

Al rato me levanté y fui al baño. Al salir e ir a la biblioteca me crucé con Ale que me dijo:

  • Te invito a algo de la máquina
  • No gracias
  • Venga, ven, además, te quiero preguntar una cosa

Dudé pero al final fui pensando que era algo de las asignaturas. Entonces me dijo:

  • Estaba pensando ¿Quedamos luego para estudiar en tu casa?
  • ¿En mi casa? No, mejor en la de Charo que no molestamos
  • No, digo tú y yo solos
  • ¿Cómo???
  • Sí, creo que me entero de las cosas mejor contigo

Me quedé de piedra “¿Se estaba insinuando??? no puede ser”. No sabía que decir y entonces dijo:

  • Podríamos ir a tomar algo y luego a tu casa

Seguí sin poder decir nada. Él siguió:

  • Hoy estás muy guapa y sexy

“¡¡¡Dios mío!!! ¡¡¡Sí se está insinuando!!!”. Entonces recordé la conversación que había escuchado a escondidas la semana anterior y pensé “éste me ve tan facilona y guarra que quiere follarme, será cabrón, y con Sara que acaba de irse y Charo a unos metros, que mierda de tío”. Él seguía intentando engatusarme pero yo ya no lo escuchaba, estaba muy cabreada y quería decirle de todo pero no pude, agaché la cabeza y dije muy bajito:

  • No puedo, me tengo que ir

Y salí casi corriendo pensando en qué se había creído ese estúpido, chulo y engreído. Seguro que pensaba que ella se caería a sus pies deseando su polla, pues estaba muy equivocado, yo solo babeaba por Dani, no por ese engreído. Y entonces pensé otra cosa “¿Sería cosa de Dani? ¿Habría aceptado el intercambio? No, no puede ser ¿O sí? Se había ido de pronto tras entrar con Ale… ¿Habrían hablado y él se habría quitado de en medio para dejarle paso a Ale?”. Me senté pensando estas cosas. Pero al poco lo deseché, Dani no era así “aunque había insistido mucho en que me acostara con otros ¿Habrá sido capaz?”

En vez de entrar en la biblioteca, salí fuera, al parque, para despejarme. Y allí vi a Dani con un grupo de gente, aún no se había ido, estaba de charla. Me acerqué. Él me vio y me sonrió pero entonces se quedó serio. Se disculpó y vino a buscarme:

  • ¿Te pasa algo?
  • No
  • Tienes mala cara
  • No es nada
  • Algo te pasa, cuéntame

Me quedé mirando el suelo y entonces le dije:

  • ¿Me has mandado a Ale para que se acueste conmigo?
  • Qué!!!???
  • Que yo sea fácil contigo no quiere decir…
  • A ver, a ver… primero que no te considero “fácil”, y luego, jamás te mandaría a ese tío, es un gilipollas
  • Ya pero…
  • Pero nada ¿Cómo has pensado eso?
  • Es que, no sé…
  • Ah, ya sé, como alguna vez te he dicho que te vendría bien follar con otros ¿crees que voy a ir diciéndoles a otros tíos que te entren porque eres fácil? joder Marta, no me creo que pienses eso de mí
  • No, no, es que, no sé, es que es muy raro que me entre
  • No, de raro nada, estás buena
  • No Dani, es muy raro
  • Pues yo no lo veo raro, y mira, te voy a decir una cosa, ve acostumbrándote a que te entren, cada vez te va a pasar más
  • Ya, seguro
  • Sí, yo cada día te veo más atractiva
  • Pufff, ahora me sales con eso para que me sienta mejor
  • Marta, como eres… pero que sepas que me ha jodido que pienses eso de mí, yo no te veo como un objeto al que endosar a otro, joe ¿Eso piensas de mí?
  • No, no, de verdad, es solo que… no sé, te has ido tan de repente y él me ha entrado acto seguido, no sé…

DANI…
“Será hijo de puta” pensé. Ya sabía que había pasado. Como le había fastidiado sin querer el polvo con Charo, él me quería joder tirándose a Marta, que cabrón de mierda. Estuve a punto de decírselo a Marta pero eso no la dejaba en buen lugar, solo como un objeto de venganza, así que me callé, ya hablaría yo con ese mierda.

MARTA…
Veía a Dani francamente enfadado y triste, y me sentí fatal. Me dijo:

  • Mira, ahora es que voy a ir a ver a Gema
  • Ah
  • Pero no para follar, es que está enferma, y Sara me ha dicho que le lleve esto

Enseñándome un medicamento. Continuó:

  • Y me ha fastidiado porque tenía otros planes, mira

Enseñándome otra caja. La cogí y la miré. Abrí los ojos viendo lo que era. Dijo:

  • ¿Sabes lo que es?
  • Sí, lo leí cuando busqué información
  • Pues quería hoy probar, si te apetecía, pero con esto de Gema y la medicina…
  • Ah
  • Que no sé si te gustaría probarlo, pero era una idea, lo mismo te cabrea, no sé, pero que te lo digo porque mi intención era quedar contigo, nada de decirle a otro que te folle

Lo miré. Ahora tenía clarísimo que no había sido cosa de él “¿Cómo he pensado eso? que tonta soy”. Le dije:

  • Estuve pensando si probar esto pero no sé, no me veía…
  • Pues nada, lo tiramos, no pasa nada
  • No, no… es solo que me daba corte comprarlo, pero sí, me gustaría probarlo
  • ¿En serio?
  • ¿No lo dices porque te da corte ahora decirme que no?
  • jajaja, no, no, de verdad mmm me pone pensarlo jeje
  • Genial, pero hoy no vamos a poder
  • Ya, lo entiendo
  • No sé, iré a verla y me quedaré un rato para hacerle compañía
  • No pasa nada, mañana o cuando tú quieras

Entonces me cogió y me besó, y se me olvidó todo. Cuando terminó, me temblaban las piernas, como siempre. Él dijo:

  • Anda que pensar que te había enviado al mierda ese
  • Lo siento, perdona
  • Que si te lo quieres tirar, a mí me parece normal ¿eh? que no te digo que no lo hagas pero joe, que es un mierda, ese no
  • jajaja, nunca me ha gustado
  • ¿No? Pues tiene mucho éxito, mira la novia y Charo
  • Ya, pero no es mi tipo
  • Te gustan feos jeje
  • Noooo, al revés, que tonto eres jaja
  • Pero tiene guasa que te entre un tío y te pongas así, que vaya cara me traías, cuando es lo más normal del mundo entrar a una tía que está bien
  • Dani, que soy yo
  • Por eso
  • No ¿Sabes cuántos tíos me han entrado desde que estoy en la uni? ni uno, ni siquiera tú, te tuve que entrar yo de una forma patética y ridícula
  • Pero eso es por ti, desde el primer momento dejaste claro que tenías novio y no te interesaba nadie, es tu actitud, no tu físico, lo que echa para atrás
  • Ya
  • Pero te aseguro que cualquier tío ve ese culito y le alegras el día
  • jajaja, que idiota eres
  • Y esa sonrisa también alegra el día
  • Que tonto jaja

“Tonto pero encantador… ayyy, me lo follaba ahora mismo y aquí mismo” Estuvimos un ratito más hablando, riendo y besándonos. Entonces le dije:

  • Vamos a tu coche
  • ¿Te llevo? Pero no has cogido tus cosas
  • Ya, venga, vamos

Me siguió extrañado. Ya estaba anocheciendo y el coche estaba en un descampado al lado de la uni. Nos metimos dentro y fui directa a abrirle la cremallera mientras le decía:

  • Tú vigila que no venga nadie

Y le hice una mamada hasta que se corrió, y no dejé escapar nada, me tragué todo. Luego me incorporé y le dije sonriendo:

  • Perdona que pensara eso de ti
  • Ufff, por mí, acúsame de lo que quieras si luego te disculpas así jeje
  • jajaja
  • Gracias Marta
  • De nada, bueno, me voy, estarán ya extrañados
  • ¿No quieres que te haga…?
  • Nooo, jeje, gracias pero mañana ¿Vale?
  • Claro

Volví a la biblioteca sintiéndome mal por un lado por haber pensado mal de él, y muy bien por otro. Al llegar a la mesa, vi a Ale encima de Charo, engatusándola, que asco de tío, pero gracias a él, me había comido la polla de Dani jeje.

DANI…
Llegué a mi casa y le escribí a Gema. Me contestó que seguía regular y le dije de ir a su casa a llevarle lo de Sara. Me abrió con muy mala cara. Había tenido fiebre toda la tarde. Se tomó lo que le había comprado Sara y nos fuimos a su cuarto donde ella se volvió a meter en la cama. La dejé en su cuarto y me fui al salón a estudiar porque le dolía la cabeza y se iba a echar. A la hora apareció ya con mejor cara, la pastilla le había bajado la fiebre. Le hice una sopa para comer y me quedé allí con ella dándole cháchara y compañía.

Tras la pastilla y la sopa, estuvo de mejor ánimo y nos pusimos a ver una peli en su cuarto, ella acostada y yo a su lado. Al final nos pusimos a hablar. Le conté lo que había pasado con Marta y Ale. También le conté lo que hablamos Ale y yo sobre Marta y Charo. Ella me dijo:

  • A ese hay que darle una lección
  • Sí, le voy a hostiar mañana
  • No, no, déjame pensar en algo
  • Uff, ya vas a meter baza
  • claro jaja
  • Que peligro
  • Por cierto ¿Te cuento lo que dice Sara de su novio?
  • Me dijiste que folla regular ¿no? que el otro la follaba mejor
  • Sí, pero me contó que a ella le gusta chupar pollas pero que al novio no puede porque se corre muy deprisa
  • ¿Sí? pues él dice que a ella no le gusta jeje
  • Pues no es eso, el problema es que si se lo hace bien, él se corre y la deja sin fiesta
  • jajaja
  • Y cuando follan, lo mismo, casi nunca le da tiempo a ella a llegar, él dura poco
  • Bueno, a mí me pasa lo mismo
  • No nene, nada que ver
  • Ya me viste con Lily, muy rápido
  • Pero eso es normal, una situación muy excitante y una fantasía… ¿Tú crees que alguna de las dos quedamos insatisfechas? Además, conmigo duras bien
  • ¿Sí?
  • Sí, me corro varias veces, aunque soy de orgasmo fácil pero estoy muy satisfecha con tu desempeño jajaja
  • Jejeje, gracias
  • Yo y dos chicas más ¿no?
  • Bueno, sí, creo
  • No, tres más, que Lily está también muy contenta jajaja
  • Joe, vas a hacer que me ponga colorado
  • jajaja, y bueno, si a Ale le gusta vengarse follándose a la chica de otro
  • Marta no es mi chica
  • Pues vamos a ver como le sienta que te folles a su chica
  • ¿A Sara? que va, Sara me tiene como manía de siempre
  • Que va
  • Si, no nos llevamos mal pero siempre me trata con desdén
  • ¿Te gustaría follártela?
  • Ya estamos, es igual que lo que me dijiste con Marisa
  • ¿Y a quién te follas ahora?
  • jajaja
  • Tú hazme caso ¿Te la follarías?
  • Está buena, claro
  • Sería muy fácil, es solo salir una noche los tres y acabamos aquí en la cama, te lo aseguro
  • jajaja, pero ella lo que querría sería follar contigo
  • Y contigo
  • No creo
  • Tú déjalo en mis manos jajaja

Al rato, Gema volvía a estar cansada y le dije de irme para dejarla dormir. Ella me dijo:

  • Nene, muchas gracias por venir a hacerme compañía
  • Nada niña, siempre me lo paso genial contigo
  • Ya, con estas pintas
  • jeje, pues sí, también así
  • Deberías haberte quedado con Martita y probar el juguete
  • Sí, pero otro día, hoy me apetecía tu compañía
  • Aínssss, mi tontín

Y nos despedimos. Me fui a mi casa a seguir estudiando.

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