ESRUZA
Quiero decirte al atardecer,
que el frío congela mi cuerpo y mi corazón;
que los sueños rotos dejan cicatrices,
marcas difíciles de borrar
que se suman a las ya existentes,
El frío de los corazones se añade
al frío helado de este llano que habito,
desde donde te evoco, aunque
ya no quiera pensarte.
Te evoco, te pienso y te añoro,
pero los sueños parecen
haberse roto, dejando sólo hielo.
Por eso te digo al atardecer que
El Nayar no quiere desaparecer,
pero está lleno de hielo,
hielo que congela los corazones
inconstantes y veleidosos.