SERGIO CANEVA
Dos gotas cruzan la noche, caen, desde una mirada,
llevan consigo la angustia, la impotencia que desgarra,
llevan rumias de altas horas, trasnochadas madrugadas,
cargan broncas contenidas en busca de una esperanza.
Dos gotas cruzan la noche y una dama las derrama,
testimonio fidedigno que por amor ¡se desangra!,
ella confiaba en sus besos, sus caricias, su miradas,
el sólo ansiaba su cuerpo, lo demás no interesaba.
Ella le entregó su vida, sus sueños, sus esperanzas,
el libó hasta saciarse , sólo lujuria buscaba.
disfrutaba los placeres de una vida disipada,
viviendo sólo el momento… lo demás ya no importaba.
Hoy pasa triste las horas sufriendo desconsolada,
taconeando la ven calles en busca de sombras falsas,
llora un amor perdido que nunca le entregó nada,
el tiempo será testigo que no era amor sino farsa.
Ya han de venir nuevos vientos a sanar la desconfianza,
cicatrizarán heridas de esa traición que fue ingrata
será el verdadero amor, aquel que no exige nada
y se entrega de a pedazos a quien en vida rescata.
Estupendo!
Me gustaLe gusta a 1 persona