IRENE DE SANTOS

Coincidieron nuestros pasos una tarde de verano. Era inevitable que nuestros caminos se cruzaran, que nuestras miradas se encontraran, que nuestras sonrisas se sincronizaran y nuestras almas se fundieran en una sola. Ese era nuestro destino, nacimos para estar juntos.

Mibitacoradigitalirenedesantos.com

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s