NEUS BONET i SALA
Mi vida había sido cruel con ese humano que sólo pensaba en mi como un ganador en las carreras, dónde apostaba miles de euros.
Cuando ya no le serví para ganar, me dejó en medio de la nada sin comida ni agua.
Por suerte, ahora vivo en este paraíso con otros compañeros y una pareja humana que nos cuida y da amor.
La esperanza para una vida mejor, es posible.