FRAN REL

DANI
Me levanté pensando que esa semana tenía que controlarme un poco. Por las mañanas no había problema, polvete con Marisa. Pero por las tardes-noches es donde tenía el problema porque si Gema me llamaba, era incapaz de negarme y me estaba quedando atrás con las clases y trabajos. Además, tenía ganas de estar con Marta, la echaba de menos aunque Gema me hacía olvidarla del todo en cuanto me miraba. Pensé “esta noche me quedaré con Marta, después de tanto follar ayer, no creo que Gema me llame”.

En el desayuno, Marisa estuvo hablando de su fin de semana con mi tío y los niños, pero no siempre, la notaba rara, algo chula o incluso impertinente. La interrumpí y le pregunté:

  • ¿Y has follado?

Marisa me miró y dijo:

  • No, tu tío no está por la labor últimamente
  • ¿Por qué?
  • No lo sé
  • ¿Se lo propusiste?
  • ¿Tenías ganas o te sentías culpable?

Se quedó callada unos segundos y luego dijo:

  • Las dos cosas
  • Y como no quiso, fuiste a mi cuarto a buscarme ¿no?

Marisa se quedó callada mirándome, bingo, había acertado. Continué:

  • Como el viernes por la mañana
  • Fui a despertarte
  • Pero me viste con compañía
  • Sí, tu amiguita ¿no? (diciéndolo con algo de desprecio)

Marisa miró a su taza. Continué:

  • Y llevas cachonda y cabreada 3 días
  • No estoy cabreada
  • Sí, lo estás, se te nota en tu actitud esta mañana y en el beso de antes no has abierto la boca

Me refería al beso de buenos días que le había dado en la boca al llegar a la cocina. Marisa me miró con algo de chulería. Le pasé la mano por el cuello y la acerqué a mí. Le dije:

  • Mi amiga folla de puta madre pero no es mi zorrita como tú

Y la besé, y Marisa dejó la boca cerrada un segundo pero luego la abrió y buscó mi lengua con la suya. Terminamos el beso y la seguí sujetando cerca de mí. Le dije:

  • Mi zorrita también folla de puta madre, y ahora me la pienso follar y darle por el culo

Marisa me miró pero ya de otra forma, se le notaba la excitación. Le pregunté:

  • ¿Quieres que te de por el culo?

No me dijo nada, solo me miraba. Le insistí:

  • Contesta, zorra
  • ¿Sí qué?
  • Quiero que me folles por el culo

Volvimos a besarnos. Estaba alucinado con lo mucho que le gustaba su papel de sumisa, Marisa había pasado de una actitud de enfado y chulería a una excitación enorme basada en la sumisión.

Me levanté y la llevé a mi cuarto donde echamos un buen polvo, con sexo anal incluido. Luego me vestí y me fui, dejándola tumbada en mi cama, aún descansando del polvo que había sido intenso y con varios orgasmos de ella.

MARISA…
Vi como Dani salía por la puerta tras despedirse y me quedé tumbada en su cama. Me dolía el culo, había sido un polvo duro, pero lo había disfrutado “es como me gusta, que me follen de verdad” y Dani cada vez lo hacía mejor.

Me había jodido ver aquella mañana a otra chica en la cama de Dani pero más me había jodido ir a las 3 de la noche a su cuarto y no verlo. Y aún más cuando fui a las 8 de la mañana y la cama estaba sin deshacer, había pasado la noche con esa chica u otra.

“Sé que es normal que se acueste con otras, lo nuestro es solo sexo” pero me frustraba tener ganas y que él no estuviera ahí, o eso quería pensar.

DANI…
En la facultad vi a Marta pero no conseguí quedar a solas con ella. Entramos en las clases y pensé en hablar con ella después en la biblioteca pero un par de horas más tarde me escribió Gema:

  • Nene, hoy venía Marisa muy contenta
  • ¿SÍ?
  • Se ve que había tenido una buena mañana
  • jeje
  • Hoy he quedado para cenar con unos amigos ¿te vienes?

Me quedé pensando “ya me está liando y a la mierda mis planes con Marta”. Le iba a decir que sí pero entonces escribió:

  • Ah, no, espera, que es cena de chicas, nada de tíos, no me acordaba
  • Ah
  • Pero me paso luego cuando terminemos ¿vale?
  • Claro
  • Que tenemos que hablar del finde y de Marisa
  • ¿De Marisa?
  • Sí, como debes seguir con ella
  • Pero si la tengo totalmente sumisa
  • Ya pero hay que dar más pasos, luego te digo
  • No lo veo necesario
  • Sí, ya verás
  • Pero ¿Qué te propones con Marisa?
  • Ya verás
  • Por cierto, el otro día te vio en mi cama
  • ¿Sí?? no me digas!!! no me ha dicho nada
  • No te reconoció, te vio por detrás y solo el pelo
  • Ahhh, menos mal, se me habrían jodido todos mis planes jeje
  • ¿Por qué?
  • No me puede ver como una rival
  • No te entiendo
  • Ya, bueno, ya te contaré… nos vemos sobre las 11 o por ahí
  • ¿Follaremos?
  • Claro tontín, hasta luego

Miré a Marta que estaba unos asientos alejados de mí. Tenía ganas de estar con ella pero nada, otro día sería. Me planteé quedar primero con Marta y luego con Gema pero demasiado lío y sexo… mejor guardaba fuerzas para Gema y no cagarla con ella.

En cuanto terminaron las clases, salí corriendo como un cobarde, para no tener que hablar con Marta y decirle que no podía quedar. Estaba quedando como el culo con ella pero tampoco me apetecía contarle mentiras o dejarle claro que no quedaba con ella por otra.

Por la noche cené con mis tíos. Marisa contaba cosas de los niños a mi tío o de vecinas. Él pasaba bastante del tema, como siempre, más atento a la tele. Yo miraba a Marisa, como estaba en su papel de buena pareja dando conversación, y mientras recordaba a la otra Marisa gritando lo que le gustaba mi polla en su culo y sus gritos cuando se corría. Era increíble que fueran la misma persona. Y miraba a mi tío y me sentía culpable, me estaba tirando a su pareja en su casa, como lo descubriera, me mataba y con razón. Esto no podía acabar bien pero no lo podía dejar aunque quisiera de verdad.

Al terminar la cena, les dije que me iba a estudiar. Al poco, llamaron a la puerta y pensé “mierda, ¿Qué querrá Marisa?” mientras miraba el reloj, aún quedaba un buen rato para que Gema llegara. Me levanté y abrí ya que había cerrado con llave sabiendo que Gema vendría. Me quedé de piedra, era mi tío y eso era muy inusual. Me puse muy nervioso. Me dijo:

  • Oye Dani, el móvil me está dando por culo

Me quedé unos segundos sin decir nada, sorprendido, me había puesto en lo peor y estaba esperando bronca. Le dije:

  • ¿Qué?
  • Se me cierran las aplicaciones cada dos por tres ¿Qué puede ser?
  • Estarás sin espacio
  • ¿Tú lo puedes arreglar o lo llevo a una tienda?
  • Lo puedes arreglar tú, limpia basura vieja
  • Mira, mejor lo haces tú, que yo con estas cosas no me aclaro
  • Pero ¿Qué borro? eso será el whatapps que lo tendrás lleno de videos
  • Me da igual, no hay nada importante, borra lo que quieras de whatapps… toma, ahora me lo traes

Y se fue dejándome el móvil desbloqueado.

Lo cogí y empecé a borrar mierda que tenía. Y aproveché para cotillear un poco pero nada interesante, ni con mi tía ni con otras “amigas”. Se lo iba a llevar pero entonces vi algo que me pareció curioso. Era una aplicación con un nombre que no reconocía pero sí el icono, era el de una famosa aplicación de mensajería… le di y me pidió contraseña. “Joe, pero ¿esto qué es?”. Mi tío era un perfecto inútil con la tecnología, eso no lo había puesto él ni en broma, alguien se lo había puesto. Me quedé pensando y recordé que una vez le ayudé con un problema con su portátil y me dio su contraseña, y me acordaba porque era muy sencilla, su nombre al revés y luego su fecha de nacimiento al revés también. Pero la contraseña de esa aplicación solo admitía números así que hice un poco de memoria y metí su fecha de nacimiento al revés y bingo, entré.

En efecto, era esa aplicación de mensajería y tenía un montón de conversaciones con tías. Y muy guarras muchas de ellas. Y la más reciente era con una compañera de su trabajo, que me quedé de piedra al ver las fotos que ella le mandaba porque la reconocí. Era una chica de unos treinta, que una vez vinieron ella y su novio a cenar, junto a otros de la empresa de mi tío. Y las fotos eran muy guarras, con ella desnuda, abierta de piernas… fotos de mi tío y su polla… “ufff, que fuerte!!!”. La chica era totalmente distinta a mi tía, era regordeta, unas tetas enormes, de cara guapilla. Por lo que pude ver, se veían un par de veces entre semanas y los sábados por la tarde… “con razón mi tío no tiene ganas los sábados, esta tía lo dejará fundido”. La verdad es que me sorprendía pero no tanto ya que mi tío ya me había insinuado que él no era fiel pero en ese momento pensé que me estaba vacilando.

Cerré la aplicación y reinicié el móvil, para no dejar rastros. Entonces se lo llevé a mi tío y me fui. “Vaya dos, menuda cornamenta que lleva cada uno”.

Me puse a ver una serie mientras esperaba a Gema. Debería estudiar pero estaba ansioso y nada concentrado. Al fin llegó Gema, super guapa y sexy, como siempre. Entró, me dio un leve morreo y se fue a mi cama donde se sentó tras quitarse los zapatos. Entonces empezamos a hablar del finde. Según ella, estaban las dos muy contentas conmigo, a pesar de mi poco aguante, pero Gema en ningún momento ponía ninguna pega o me lo echaba en cara, al revés, para ella lo del poco aguante ni era un problema ni hizo que no disfrutaran “deja de pensar eso, estuviste muy bien” me dijo. Era un amor. Y obviamente, a mí se me caía la baba elogiándolas y solo diciendo lo alucinado que estaba, mientras Gema reía. Terminó diciéndome que había que repetirlo.

Luego le conté el polvo con Marisa y Gema me dijo que muy bien, pero pasó a contarme los siguientes pasos que quería que diera. Estuvimos un rato hablando y ni intenté decirle que no a las cosas que me iba diciendo, solo quería agradarla y solo pensaba en follarla, me tenía malo.

Al final follamos y espectacular como siempre, lo muchísimo que me ponía Gema no era normal. Mira que me lo pasaba bien con Marisa o Marta, pero lo de Gema era de otro mundo y todo era por lo prendado que estaba de ella, además por lo buena que estaba y sus habilidades.

Tras terminar el polvo, estábamos tumbados recuperándonos y entonces me acordé de lo del móvil de mi tío, y le conté todo. Gema me miraba con cara de alucinada. Y cuando terminé me dijo:

  • Genial, los cuernos que le estáis poniendo se los merece de sobra
  • Ya, pero esto no lo sabíamos
  • No, jaja, somos malos, pero ahora estamos justificados jajaja
  • Ya, bueno…
  • ¿Sabes? cuando conocí a tu tío ya me pareció que era un prenda
  • ¿Por qué?
  • Eso se nota, sabía que no era un santo
  • Yo tampoco
  • Pero tú eres un encanto, él me da repelús
  • Pues tiene una buena polla
  • Pues toda para él, yo me quedo con esta (mientras me la acariciaba)

Seguimos conversando y al rato se fue. Miré la hora, casi las 2 de la noche… con Gema pasaba el tiempo sin darme cuenta. Me quedé pensando en que era verdad que tras el descubrimiento de las fotos me sentía un poco menos culpable pero me estaba engañando, lo que estaba haciendo era una cabronada y lo sabía.

DANI
Durante el desayuno, Marisa me estaba contando sus cosas y yo pensaba en las instrucciones de Gema. Lo de hoy era muy simple y poca cosa pero la verdad es que me ponía y solo pensarlo, se me estaba poniendo bien morcillona. De repente le dije:

  • Quiero que me la chupes

Marisa estaba con una tostada a medio comer en la mano. Enarcó una ceja y sonrió. Dijo:

  • Claro, ahora después
  • No, ahora
  • Pero estamos desayunando
  • Venga zorrita, chúpamela ahora

Marisa se quedó mirándome, con la tostada en la mano. Entonces la dejó en el plato, bebió un poco de zumo, se limpió con una servilleta y se puso de rodillas entre mis piernas. Me desabrochó el cinturón y los pantalones, y me sacó la polla que ya estaba medio erecta. Comenzó a mamármela despacio, sin dejar de mirarme. Le cogí una teta y se la apreté. Gema me había dicho que tenía que ordenarle cosas, que a Marisa le gustaba obedecer. Pero esto no era lo que Gema quería para hoy. Le dije:

  • Para ya

Marisa dejó la mamada pero se quedó mirándome, en esa posición sumisa. Le dije:

  • Ponte el top sexy

Marisa me miró sorprendida y luego sonrió. Dijo:

  • ¿Ahora?

Y se levantó para ir a su dormitorio. Le dije:

  • Y ponte las mallas grises

Me miró de nuevo extrañada pero no dijo nada y se fue. Gema quería verla con ese top en la clase, y esas mallas decía que le quedaban genial y quedarían muy bien. Volvió pocos minutos después. Yo me había guardado de nuevo la polla. Me levanté y me acerqué a ella. Le dije:

  • Como me pusiste el otro día con este top
  • Ya me di cuenta
  • Y me sigues poniendo

Marisa bajó la mano a mi paquete y dijo:

  • Ya lo noto
  • Gírate

Y me distancié para admirar lo bien que le quedaba el conjuntito de malla y top. Era verdad que estas mallas le resaltaban aún más el culo y le quedaban genial. Le dije:

  • Que culo tienes zorrita
  • ¿Te gusta?
  • Mucho
  • ¿Me lo vas a follar hoy?
  • Claro

Marisa sonreía. La besé y luego nos fuimos al cuarto, dejando el desayuno a medias. Allí follamos un buen rato y acabé de nuevo dentro de su culo. Nos quedamos tumbados, recuperándonos y me dijo:

  • Me dejas molida, sin ganas de gimnasio
  • Pero vas a ir ¿no?
  • Supongo
  • Ve con esas mallas y el top
  • No, me siento ridícula
  • ¿Ridícula? ¿en serio? si te quedan genial
  • Dani, tengo casi 40 años… esa es ropa de chica joven
  • Marisa, tienes un cuerpo que ya quisieran muchas chicas jóvenes
  • Exageras
  • que va, tú ve hoy así y ya me contarás como te mira Gema
  • ¿Gema?
  • Le gustan las chicas ¿no? pues a ver como te mira
  • Tú lo has dicho, las chicas, no las maduras
  • ¿En serio no has notado que te mira de esa forma?
  • mmmm
  • ¿Qué quiere decir eso?
  • Quizás, no estoy segura
  • Pues claro que te mira con deseo ¿Te molesta?
  • No, que va
  • ¿Te la follarías?
  • Noooo jajaja
  • ¿No tienes curiosidad?

Me miró y dijo:

  • Anda, tráeme algo para limpiarme, que estamos poniendo tus sábanas hechas un desastre

Me levanté y volví con papel. Marisa se limpió y luego le dio a las sábanas. Le insistí:

  • ¿Nunca has tenido curiosidad por acostarte con otra mujer?
  • No
  • ¿Seguro?
  • Pero ¿A ti te parece que me van las tías tal como me pongo con eso? (señalándome mi polla)

Nos vestimos y volvimos a la cocina a desayunar. Al final, Marisa salió con las mallas y el top, tal como quería Gema.

MARISA…
“No sé por qué me dejo engatusar por Dani de esta forma” pensaba mientras iba camino del gimnasio. “El jueguecito de sumisa me gusta y Dani cada vez lo hace mejor pero eso de dejarle que me ordene fuera de cama no me gusta, pero aquí estoy, vistiendo como él quería. Lo cierto es que me sienta bien este conjunto, pero voy a hacer el ridículo frente a las demás, no ridículo de que me quede mal sino por vestir algo de jovencitas, quedaré como una vieja con pretensiones de parecer joven, pero que se jodan las demás, estoy genial y la que se está follando a un jovencito soy yo, no ellas”.

El sexo había sido otra vez genial. Me había puesto muy cachonda con sus órdenes y luego la forma de dominar “mmm le falta dureza, a ver como se lo hago saber sin decírselo directamente. El sexo duro de él solo se basaba en insultar y follar medio fuerte, pero hay muchas más cosas que me ponen aún más cachonda”.

Y luego estaba lo de calentar a Gema “que sí, que me mira y tontea pero ni de broma aunque nunca he olvidado aquel polvo con aquella chica, ni me acuerdo de su nombre. Todo fue cosa de Juanma (su primer marido) y no estuvo mal pero ya está, curiosidad resuelta”.

DANI…
En la facultad, de nuevo evité quedarme a solas con Marta aunque por la tarde sí me escribió diciéndome:

  • Dani ¿hoy vienes a la biblioteca?
  • No, no puedo
  • Es que hoy vamos a explicarles a Jorge y Ale el nuevo tema
  • Ah

Me quedé pensando que me vendría bien repasarlo con ellas pero tenía pensado irme a casa a estudiar algo antes de que Gema apareciera, porque ya me había dicho que se iba a pasar por mi casa. Entonces Marta escribió:

  • Si quieres, luego me paso por tu casa y te lo explico

Ufff, ya me gustaría a mí desdoblarme. Le dije:

  • Es que no voy a estar
  • Mañana si quieres
  • Puede, no lo sé Marta
  • No hace falta que follemos si no tienes ganas
  • Claro que tengo ganas, no es eso
  • Vale, solo era por ofrecerme
  • ¿Ofrecerte sexualmente?
  • Nooo, bueno, un poco sí pero me refería a ayudarte
  • Ya, ya, y te lo agradezco mucho

Hablamos un poco más y cortamos.

Por la noche apareció Gema como siempre, risueña, con ganas de cachondeo. Yo le conté mi polvo con Marisa y ella me estuvo contando como Marisa había causado envidia entre sus compañeras y excitación en ella. Incluso me dijo que había tonteado con Marisa pero poco. Luego echamos un polvazo, como ella sabe, que me dejó rendido, para irse al rato.

Los siguientes días de la semana pasaron prácticamente igual, por la mañana polvo con Marisa, luego facultad, luego a casa a estudiar algo en casa y por último, o polvo con Gema o salir con ella. A Marta la evité porque yo no daba más de mí. Y el viernes, Marta se fue a su casa, yo a mi pueblo y Gema a la ciudad donde estaba Lily. Se me presentaba un fin de semana tranquilo y decidí estudiar a fondo porque con todo el lío de mujeres, me estaba quedando atrás en muchas asignaturas.

DANI
El sábado por la mañana recibí un mensaje de Marta diciéndome que para un trabajo que teníamos que hacer, Charo y ella habían hablado esa mañana e iban a montar un grupo y que si quería participar. Los trabajos siempre los hacían las dos juntas pero esta vez Charo iba a invitar a Ale y Marta a mí:

  • Si te interesa, claro
  • Pues claro

Era un chollo porque era una nota alta asegurada haciendo el trabajo con ellas. Se lo agradecí un montón y le dije:

  • Oye, perdona, esta semana he estado desaparecido
  • Ya
  • Es que me han liado bastante
  • No tienes que darme explicaciones
  • Lo sé… la cosa es que voy retrasado con los trabajos y temas, a ver si esta semana me pongo al día
  • Si te puedo ayudar, avísame
  • Gracias Marta, bueno, te dejo, que estoy con mi padre
  • ah, ok
  • Esta noche voy a ver si estudio un poco
  • ¿No sales?
  • No, acabo reventado cuando ayudo a mi padre, me quedaré en casa y estudiaré… lo mismo te molesto un poco para preguntarte cosas
  • Sin problema, ya lo sabes
  • Gracias, hasta luego

Por la noche, tras terminar de cenar con mis padres, me encerré en mi cuarto para estudiar. De vez en cuando le hacía alguna pregunta a Marta que estaba con sus padres en su salón, y ella me respondía rápido, la tía tenía super controladas la asignaturas y yo era lo contrario.

MARTA…
“Voy a apagar ya”. Llevaba acostada en mi cama media hora, leyendo, pero ya estaba cansada. Había estado pendiente del móvil, por si Dani necesitaba algo pero hacía rato que no le escribía. Lo cogí y escribí:

  • Dani, voy a apagar ya y a dormir ¿Tienes alguna consulta más?
  • No, pensé que ya estabas durmiendo
  • Aún no
  • Marta, muchas gracias por tu ayuda
  • No es nada
  • Y por meterme en el grupo
  • Claro que te meto en el grupo
  • Creo que también me voy a ir a dormir, mi padre me hace currar bien y estoy molido jeje
  • Pues sí, descansa
  • Oye, esta semana sí que tenemos que quedar una noche ¿eh?
  • Cuando quieras
  • Sé que llevamos un montón de días sin estar juntos

“Como ya es domingo, 20 días nene” Pensé pero no dije nada. Tenía super claro cuando fue la última vez que follamos, un lunes de hace casi 3 semanas. Él siguió:

  • Por cierto, me debes unas fotos
  • Ufff, ya te dije que me veo horrible, me las haces tú y ni me las enseñes
  • Como eres, con lo que me pones estando desnuda
  • Puffff
  • Pues sí, me encanta… si tuviera esas fotos, me hacía ahora mismo una paja con ellas
  • jajajaja, que tontería
  • Oye, se me ocurre una cosa… ¿duermes sola en una habitación o con tu hermana?
  • No, cada una tenemos nuestra habitación ¿Por qué?
  • ¿Quieres que juguemos?
  • ¿Jugar?
  • Sí, a masturbarnos juntos
  • ¿Cómo???
  • Te llamo y te cuento lo que te haría ahora mismo y lo que tú me harías, y mientras, nos tocamos
  • Ufff, no sé, yo soy muy sosa para esas cosas
  • No, no lo eres en absoluto, lo sé bien, cuando te calientas, surge otra Marta
  • mmmm, eso es verdad
  • Entonces ¿Te apetece?
  • Te llamo, ponte auriculares

Me quedé unos segundos quieta, notando ese gustito que me venía de abajo. No había pasado nada y ya estaba excitada. Busqué unos auriculares mientras empezaba a sonar mi móvil. Los enganché y descolgué:

  • Hola
  • Hola Dani
  • Apaga la luz y te relajas
  • Espera un momento, voy a ver si mis padres duermen ya
  • No van a escuchar nada
  • Ya sabes como me pongo contigo, no me fio
  • jeje
  • Espera

Salí de la cama y abrí la puerta. Me acerqué con cuidado al dormitorio de mis padres y los escuché a ambos con sus ronquidos flojitos de siempre. Mi hermana no estaba en casa, dormía con el novio así que me volví a mi cuarto cerrando la puerta despacio. Me metí en la cama y le dije:

  • Vale, duermen
  • Bien, pues desnúdate y empezamos

Le hice caso y me desnudé dentro de la cama, quedándome solo cubierta con las sábanas. Me quedé tumbada escuchando como él me contaba como me tocaría, besaría,… hablaba casi en susurros y muy sensual, me estaba poniendo cachondísima. Me empecé a tocar sin darme cuenta. Él describía partes de mi cuerpo, un lunar aquí otro allí… estaba flipando con lo que sabía de mi cuerpo, sí que me miraba bien, y eso me gustaba aún más. Aún seguía describiendo como me besaba en el cuello cuando me vino mi primer orgasmo, pequeño pero que no pude reprimir y se me escapó un gemido profundo. Entonces él dijo:

  • ¿Cómo estás?
  • Bien
  • Digo si ya estás a tono o no
  • ¿Cómo para empezar a tocarte o aún no?

Me reí por dentro, llevaba tocándome desde que empezó a hablarme así. Le dije:

  • Tócate y dime como lo tienes
  • Mojado
  • mmmm me encanta como sabes ahí abajo, tengo unas ganas enorme de comértelo
  • Sigue por favor

Dani siguió describiendo que más me haría. Me contó detalladamente lo que haría con mis pechos. Dijo:

  • ¿Cómo tienes los pezones?
  • Duros
  • Tócatelos mientras hablo
  • Vale

Llevaba haciéndolo desde el principio. Él continuó:

  • Me encanta como se ponen de duros cuando te excitas
  • A mí me encanta como me los muerdes y chupas
  • ¿Sí?
  • Sí, y como tiras de ellos con los dedos o la boca

Y tiré de ellos y solté un gemido. Él dijo:

  • ¿Te los has pellizcado?
  • Algo así
  • que envidia, ya quisiera ser yo el que te los pellizca

Y ya quisiera yo que estuvieras aquí. Dani siguió contándome lo que haría con mis pechos y me vino un segundo orgasmo que apagué con mi boca en la almohada y él no se enteró. Luego él dijo:

  • ¿Quieres que te cuente como te lo comería?
  • ¿Ya te gusta?
  • Siempre me ha gustado pero me siento incómoda, ya lo sabes

Y lo contó con detalle y me fue a venir otro orgasmo, esta vez grande pero paré de tocarme. Le dije:

  • ¿Tú te estás tocando?
  • Claro
  • ¿La tienes dura?
  • Claro jeje
  • Me muero de ganas de chupártela
  • ¿Sí?

Y ahora yo le describí lo que haría con su polla mientras me seguía tocando pero lentamente, intentado retrasar el orgasmo. Y le dije:

  • Y quiero que te corras mientras te la chupo
  • ¿Te gusta?
  • Mucho
  • ¿Dónde quieres que me corra?
  • Donde quieras
  • ¿Te gustó en la cara?
  • Sí, en la cara, córrete en mi cara
  • ¿Te gustaría?
  • Sí, córrete, rápido, que no aguanto más

Y empecé a tocarme rápido y a jadear. Y lo escuchaba a él también jadear y eso me ponía aún más y me empecé a correr en cuanto lo escuché correrse. Y cerré los ojos casi notando como me caía en la cara y como lo disfrutaba. Nos quedamos callados jadeando flojito. Entonces abrí los ojos y dije:

  • ¿He gritado?
  • Un poco
  • joe, espera, no hables

Me quedé escuchando, no oía nada en la casa. Menos mal. Me reí y le dije:

  • ¿Ves? ya te lo dije
  • jejeje
  • Contigo se me va la cabeza
  • Eso es porque disfrutas de verdad
  • Claro

Nos quedamos callados y le dije:

  • Dani, esto ha estado muy bien pero tengo muchas ganas de que lo hagamos de verdad
  • Lo sé, yo también
  • ¿Podremos esta semana? cuando tú quieras, yo me adapto
  • Sí, esta semana quedaremos
  • ¿Cuándo vuelves?
  • mañana tarde
  • Yo el lunes por la mañana
  • Ya
  • ¿Quieres que vuelva mañana tarde?
  • ¿Puedes?
  • Pues si quieres, mañana noche nos vemos
  • ¿Seguro?
  • Genial, pues nos vemos en mi casa, mis compañeras no vuelven hasta el lunes, tenemos la casa para nosotros solos
  • Perfecto
  • mmm si quieres, quedamos sobre las 6 de la tarde, así también estudiamos ¿no?
  • ¿Sexo y empollar? vale
  • jeje
  • Por mí perfecto, que ya sabes que necesito tu ayuda
  • jeje bueno, me voy a dormir
  • Buenas noches
  • Buenas noches, hasta mañana, besos

Y colgué “dios, como me pongo con Dani, es increíble”. Estaba exhausta. Me puse el pijama como pude y ni me di cuenta cuando me quedé dormida.

DANI…
“Flipante lo mucho que me pone Marta, sus jadeos y gemidos son super sexy” pensaba mientras limpiaba el estropicio de mi corrida. Me quedé tumbado muy contento por poder quedar mañana con ella, lo iba a pasar genial.

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