ANA MARÍA OTERO
Se trata de errores.
Sí, errores,
pero por favor:
no más reproches.
Asumo la culpa
por cruzar sin mirar,
lanzar sin apuntar,
soltar la cuerda antes de saltar.
Ignorar las consecuencias
es algo que a la larga pesa pero,
¿qué se puede hacer aparte de aprender,
cuando todo pasó ayer?
No me lo eches en cara,
yo no esperaba que esto pasara
y he aquí la enseñanza recibida:
ante algo como esto nadie se puede rendir.
¿Carpe diem? Of course,
la vita è bella, trotzdem.