FRAN REL

DANI
Marisa estuvo muy insinuante y provocativa todo el desayuno. No me podía creer que no me la fuera a follar con las ganas que teníamos los dos. Al terminar el desayuno le dije:

  • Hoy no vamos a follar

Marisa me miró con los ojos abiertos, totalmente sorprendida. Dijo:

  • ¿Cómo que no???
  • Aún me dura el cabreo
  • Pero si te dije que sí!!!
  • Ya pero tienes que aprender

Marisa me miraba como anonadada. Entonces le cambió la cara a una de cabreo y me dijo:

  • Ya has follado esta mañana ¿no?

Ahora fui yo el sorprendido. Le dije:

  • ¿Qué?
  • Se quedó tu amiguita anoche y ya habéis follado
  • ¿Te importa con quién follo?
  • Me importa si por eso no me follas a mí

La miré cabreado y ella me retuvo la mirada unos segundos y luego bajó la cabeza. Le dije:

  • Si quisiera follarte, lo haría ahora mismo aunque ya hubiera follado
  • Ya pero…
  • Pero nada, no follamos porque tienes que aprender
  • ¿El qué?
  • Que aquí mando yo

Marisa me miró sorprendida y luego dijo:

  • ¿Cómo que mandas tú?
  • Sí, vas a ser mi zorrita

MARISA…
“¿Qué? ¿su zorrita? será cabrón” pero a la vez que pensaba eso, notaba como me ponía cachonda. Me quedé mirándolo sin saber que decir, con muchas contradicciones dentro de mí. Entonces él dijo:

  • ¿Entiendes ahora?

No sabía que decirle, por un lado tenía ganas de mandarlo a la mierda, “pero ¿Qué se cree el niñato éste???” pero por otro lado, me ponía muchísimo, me recordaba otras relaciones. Y le dije:

  • ¿Entonces?
  • Tú mandas
  • ¿Y qué más?
  • Voy a ser tu zorrita

DANI…
“joderrrrr” ver a Marisa así, tan sumisa de pronto me puso a 100. La acerqué a mí y la besé intensamente, ella devolviéndome el beso con muchas ganas. Le cogí una mano y la puse en mi paquete y le dije:

  • ¿Ves como ahora te podría follar?
  • Fóllame
  • No
  • Fóllame como quieras
  • No

Marisa me miró con cara de exasperación. Me levanté y me dijo:

  • ¿En serio te vas?
  • ¿No quieres una mamada?
  • ¿Te gusta chupármela?
  • Pues entonces no, estás castigada

Me miró con cara de vicio y sufrimiento. La volví a besar y me fui.

MARISA…
“No me lo puedo creer, me ha dejado otra vez cachonda total”. Me levanté y me fui a su cuarto, a repetir lo de ayer. Tras terminar, pensé en lo que había pasado “¿Desde cuándo se había vuelto Dani tan dominante? si en los polvos había estado muy normalito aunque se le notaba que le gustaba llevar la batuta pero tampoco demasiado, incluso en los insultos era poco fuerte”. Me quedé pensando y la verdad es que así me gustaba más, siempre me han gustado los hombres con las ideas claras, mandones, pero esto de irse y dejarla así “pufff, esto no se hace” pero lo cierto es que la dejaba aún más cachonda.

DANI…
En la facultad, el día pasó como siempre. Tras las clases, nos quedamos en la biblioteca. Vi de nuevo a Jorge babear un poco junto a Marta y como ella, o no se daba cuenta o lo ignoraba totalmente. Cuando dije de irme, me despedí y al poco llegó Marta detrás mía llamándome para devolverme una libreta olvidada. Le di las gracias y me dijo:

  • ¿Quieres seguir estudiando en mi casa o en la tuya?

“Mierda, ya quisiera yo Martita” pensé pero estaba castigado. Le dije:

  • Ya quisiera, pero no puedo
  • Ah ¿sales?
  • No
  • ¿Entonces?

Había pensado una excusa porque sabía que Marta me podría decir algo. Le contesté:

  • Es que tengo compromiso familiar
  • Ah
  • No puedo eludirlo
  • Ya, pero si quieres, cuando acabes…
  • No sé Marta, ya veré
  • Vale, tú me avisas
  • Pero no me esperes
  • Ya, ya, pero tú me avisas si tienes ganas, ya sabes que me acuesto tarde
  • De acuerdo

Y le di un beso en la boca y me fui, enfadado conmigo por mentirla y por no quedar con ella porque ganas no me faltaban.

Llegué a casa y escribí a Gema pero no me contestó. Me fui a cenar con mis tíos, con Marisa mirándome pero sin insinuaciones ni comentarios por lo bajo. Volví a mi habitación y me puse a estudiar aunque me costaba concentrarme. Al rato, de repente, se encendieron las luces de la habitación de Gema y la vi entrar con otra chica, liadas en un beso intenso. Cuando se separaron, reconocí a la chica, la morenita de pelo corto del otro día, la que tenía pinta de abogada o similar.

Gema la desnudó delante de la ventana y pude verle las tetas, muy bonitas y sorprendentemente grandes, pensaba que las iba a tener más pequeñas. Gema se las comió y luego volvió a besarla con mucha lengua. Entonces las dos se fueron a la cama y ya no vi nada más porque el espejo estaba normal.

Cerca de una hora después, vi a la morena levantarse y vestirse, y luego despedirse de Gema con otro largo beso. Al rato, me escribe Gema:

  • ¿Te ha gustado Patricia?
  • Está muy buena
  • Sí ¿verdad? y muy buena en la cama jeje
  • Eso ya no lo he visto
  • Ya, es que no sabía que iba a venir, lo siento nene
  • Una pena, sí
  • Espera, te llamo

Y me llamó al móvil. Seguimos hablando:

  • Bueno ¿Y tú? Te has portado ¿no?
  • ¿Me fio?
  • Sí, aunque me has jodido bien, pero sí, no he follado con ninguna
  • Bien, así me gusta
  • Encima hoy Marta quería quedar y aquí estoy, como un gilipollas
  • jajaja, así aprendes
  • Eres un bicho
  • Lo sé jajaja
  • Me duelen los huevos, que lo sepas
  • jajaja, bueno, venga, cuenta lo de Marisa, que estoy impaciente por saber como ha reaccionado

Y le conté todo. Gema quedó totalmente complacida y me dijo:

  • Así que le mola ser tu zorrita
  • Eso creo
  • Lo sabía jajaja
  • ¿Y mañana qué?
  • Mañana te la follas como quieras
  • ¿Sí?
  • Claro, que vea que tú mandas
  • Pero ¿hago algo concreto?
  • Nene, no te voy a enseñar como follarla ¿no? jajaja
  • no, no, digo que… no sé… ¿Cómo le enseño que mando?
  • Nene!!! sorpréndeme jajaja
  • ufff, no sé si yo sirvo para mandar
  • Sí, sí que sirves… conmigo eres mandón a veces aunque te cuesta soltarte jeje
  • ¿Sí? no sé…
  • Sí, ya verás como lo haces bien y ella lo flipa
  • Espero
  • Bueno, y ahora, vamos a bajar ese dolor de huevos ¿no?
  • ¿Cómo?

Gema se levantó, movió el espejo y luego se tumbó, abriendo sus piernas y diciendo:

  • Te voy a contar como me he follado a Patricia

Y Gema empezó a contarme como la besaba y lo que le hacía la otra chica a ella, lo que sentía… mientras se tocaba y yo lo veía a través del espejo. Me la saqué y me masturbé viéndola y escuchándola hasta que nos corrimos casi a la vez.

Cuando nos recuperamos, Gema me dijo:

  • Mañana salimos juntos ¿vale nene?
  • ¿Sí?
  • Sí, a bailar y luego a tu casa, a follar
  • Genial
  • buen plan ¿no?
  • El mejor
  • jajajaja besos tontín, buenas noches
  • Buenas noches preciosa

Y colgamos. Sabía que Gema hacía lo que quería conmigo pero “joder, como me gustaba”.

MARISA
“No me puedo creer lo nerviosa e impaciente que estoy” pensaba mientras preparaba el desayuno. No era la primera vez que un tío me decía eso de que fuera su zorrita y obedeciera, aún tenía muy presente aquella relación que tuve hace años, una relación difícil “pero fue el mejor sexo que he tenido en toda mi vida”. Dudaba mucho que con Dani llegara a tener algo así de intenso, e incluso esperaba que no llegara porque, aunque el sexo fue increíble durante aquella relación, ahora tenía pareja y no podía llegar a esos extremos.

Y otra cosa de ayer que me tenía confundida era que, por un momento, sentí celos de la otra chica “pero ¿Qué me pasa? ¿Sentir celos porque se tira a otra chica? ¿En serio? ¿Estoy tonta o qué? Me estoy comportando como una cría, esto no puede seguir así”.

Entonces vi venir a Dani, recién salido de la ducha, con solo la toalla a la cintura. Me entró un calor por dentro tremendo. Se puso frente a mí y me besó. Sentí el frescor del enjuague que había usado, y busqué su lengua. Noté como me cogía el culo y noté como su polla se agrandaba mientras me besaba y tocaba. Entonces se retiró y me dijo:

  • Buenos días zorrita

Y me cogió de la mano para llevarme a su cuarto. Quise decirle que quizás mejor comíamos antes, que el café se iba a enfriar pero lo seguí sin decir nada, ansiosa y excitada.

DANI…
Esa mañana me levanté más nervioso de lo normal. Pensé que tenía que tomármelo con calma pero en la ducha me di cuenta que estaba empalmado ante la idea de follarme a Marisa en un rato. Salí de la ducha y me sequé. Pensé “mejor me visto, desayuno, me calmo y luego me la follo tranquilamente” pero no, no podía esperar y salí a buscarla.

Marisa me siguió sumisa a mi cuarto. Allí nos besamos, desnudamos y follamos fuerte, no paré de llamarla mi zorra y cosas parecidas. Ella me pidió que la follara por detrás pero no quise, quería follar más y sabía que en cuanto se la metiera por el culo, me iba a correr. Seguimos follando y al final me corrí sobre su cara. Ella lo recibió sin una queja, al revés, con cara de vicio.

MARISA…
Notaba su leche caliente en mi cara y seguía sin poder parar de temblar. Había tenido un orgasmo muy intenso y largo y luego él se había corrido sobre mí. Después, Dani se había derrumbado a mi lado y yo seguía sin poder moverme.

Ahora él se giró a mirarme y me cogió un pecho. Sus caricias eran bien intencionadas pero me resultaban desagradables ahora mismo tras ese orgasmo, quería que parara pero no podía moverme ni hablar.

Cuando pude, giré mi cabeza para mirarle. Él sonreía y dijo:

  • Al final no te he follado el culo
  • Porque no has querido
  • Exacto
  • Yo quería
  • Pero yo no y aquí mando yo ¿no?
  • Estas sexy así

No me sentía sexy, me sentía destrozada. Entonces caí que se refería a verme con su leche en mi cara y sonreí, había estado bien.

Dani se levantó y al poco llegó con una toalla y me limpió. Luego dijo de ir a desayunar y se vistió. Me costaba moverme pero me vestí cuando él se fue a la cocina. Cuando llegué, ya había puesto el café a calentar y había preparado las tostadas. Él comió rápidamente pero a mí me costaba. Se despidió con un beso y se fue. Me quedé sentada, aún agotada… “hoy tampoco voy al gimnasio”.

DANI…
Estaba contento, el polvo había sido genial, Marisa era un portento en la cama, se le notaba la experiencia “ufff, hablando de experiencia o más bien inexperiencia, ayer noche me olvidé completamente de Marta”. Ahora la vería y le tenía que contar alguna historia… más engaños.

Tras las clases, Marta me buscó y me dijo:

  • Ayer terminaste tarde ¿no?
  • No, pero sí cansado, lo siento, me quedé dormido
  • Ah

Nos quedamos callados, incómodos y entonces dijo:

  • ¿Y esta noche? ¿Quedamos?

Me estaba esperando esto y esta vez no quise mentir más. Le dije:

  • Es que he quedado… con Gema
  • Ah

De nuevo un silencio incómodo. Ella habló:

  • Mañana me vuelvo a casa pero si quieres, le digo a mi padre que venga mejor el sábado

Esto no me lo esperaba. El problema es que lo mismo Gema me decía de quedar con Lily y ella, y eso no lo podía desaprovechar. Le dije:

  • mmmm es que mañana tengo que ir también a casa
  • ah
  • Lo siento
  • Ya, entiendo… esta semana no vamos a quedar ningún día
  • Eso parece
  • La semana que viene ¿no?
  • Sí, seguro
  • Vale

MARTA…
“Menuda mierda” pensé mientras lo veía irse. Desde que empezamos a follar, esta era la primera semana que no lo hacían y la jodía, y mucho, pero lo entendía. Tenía que pensar algo pero no se le ocurría nada porque, ante chicas como Gema, no tenía ninguna opción, eso lo tenía claro. “Joe, es que encima no es que sea una semana, que la última vez que follamos fue el lunes de la semana pasada… ya son 10 días y como mínimo, no follamos hasta el lunes que viene, dos semanas… ufff”.

DANI…
Esa noche salí con una Gema con muchas ganas de marcha. Iba vestida muy sexy, con un pantalón corto ajustado, botas, y una camiseta con la espalda al aire. Primero cenamos y le conté el polvo con Marisa, que le encantó. Luego nos fuimos a un bar y no paró de bailar, morrearse conmigo, tocarnos,… esa noche solo estuvo conmigo y luego, cuando ya se cansó de bailar a las 3 de la noche, se vino a mi casa a follar, tal como me había dicho. Después de toda esa marcha, me esperaba un polvo rápido y loco pero Gema estuvo calmada, lenta, recreándose… fue el polvo más diferente de todos los que había tenido con ella pero eso no significaba que fuera malo, todo lo contrario, fue super intenso, con Gema espectacular llevando inicialmente el ritmo del polvo aunque yo también cogí el ritmo hasta acabar. Luego se quedó a dormir por primera vez.

Por la mañana me despertó el ruido de mi puerta al cerrarse. Miré y vi a Gema a mi lado, durmiendo y pensé “Me he quedado dormido y Marisa ha venido”. Si había sido ella, habría visto a una chica de espalda y tapada, no habría reconocido a Gema.

Desperté a Gema y nos vestimos, tanto ella como yo llegábamos ya tarde. Me despedí de ella pero antes le pregunté si quedábamos esa noche con Lily y me dijo:

  • No nene, esta noche me quedo de tranqui con Lily en su casa, que llega cansada del viaje, mañana te aviso y quedamos

Y se fue dándome un beso y dejándome jodido porque ya me había hecho ilusiones para esa noche, pero al menos sería al día siguiente. Ese día no fui a desayunar con Marisa, me fui directamente a la facultad. Allí vi a Marta y estuve tentado de decirle que se quedara pero ya era tarde para decirle eso y lo dejé pasar, ya follaríamos la semana que viene. Además, me vendría bien descansar esa noche para lo que esperaba que fuera una noche de sábado espectacular con Gema y Lily.

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