DO.LOBERA
14- Akal, el pasadizo secreto y el bosque
Akal se aseguró que nadie le veía y que la fénix ya no le podía ver. Con cuidado abrió la trampilla de la vieja fuente y descendió por las viejas y resbaladizas escaleras. Era un pasadizo demasiado estrecho y oscuro pero iba preparado con unas cerillas que encendieron una antorcha. Al finalizar la escalera continuó por el largo pasadizo que se iba volviendo más y más resbaladizo, e irregular, permitiendo que crecieran extraños líquenes luminiscentes. Tras un buen rato logró visualizar las enredaderas que ocultaban la salida del túnel.
No sabía muy bien hacía donde dirigirse. En sus anteriores visitas siempre se había acercado al río. Decidió investigar los alrededores para ver que sendero debía tomar. Había unos cuantos, era difícil tomar una decisión. Sin embargo decidió seguir el que estaba más gastado por el tránsito. Se internaba más y más en el bosque. Estaba muy tranquilo y silencioso. Le ponía nervioso, nunca antes había estado así.
Siguió caminando hasta ver a lo lejos los signos inequívocos de un gran fuego. Los animales corrían huyendo del fuego pero Akal decidió ir a su encuentro. Temía que Siriel estuviera herida o peor muerta.