SERGIO CANEVA
Y al final llegó ese día. Del reencuentro con el Padre,
¿quedó en la tierra mí huella en aquellos a los que amé?
¿dejó mí pasó el alivio a los que me han proseguido?
¿fui luz de un mundo perdido? ¿o más tinieblas sembré?
¡El juicio me espera ya! Y me da paz la certeza,
de saber que sus promesas hoy mi padre cumplirá,
me ha de revestir de gloria y con un beso en la frente,
entrar me hará para siempre en lo que es la eternidad.
Quedarán atrás poemas, que reciclaban mis penas,
o las prosas de condenas buscando un mundo mejor,
y reflexiones de amor que tanto me apasionaron,
pues siempre tuve a mi lado “esa que el Señor me dio”.
Que con paciencia y ternura supo sellar mis fisuras,
hasta talló mí escultura no con martillo y cincel,
sí caricias a granel, que con pasión y alegría,
me encargué día tras día de plasmar sobre un papel.
Ya no buscaré en mí blog encontrarme cada día,
el me gusta que escondía, afectos y aprobación,
o el escueto comentario que expresando sentimientos,
bullía a mi sangre por dentro de atrapar un corazón.
Para este mí último poema, ya no estaré con ustedes,
el Señor hoy en sus redes a su reino me llamó,
gracias les doy con motivos el haberme permitido,
desde mi humilde camino bregar un mundo mejor.