ESRUZA
Una de tantas noches, en momentos
de desesperante insomnio,
pasó por mi mente ilusa
el tener su compañía como antes.
Conversando alegremente y
tomando un aromático café,
comentando nimiedades,
riendo alegres, como antes.
Cuan irreflexivos son los pensamientos
repentinos, qué momentos tan irreales,
pero, a veces, me gusta pensar así.
Cuántas cosas se pueden imaginar
tratando de llenar vacíos, de aligerarlos,
eso no hace daño a nadie,
tal vez sólo a uno mismo
al volver a la realidad.
Y pensando y pensando
el sueño reparador y tranquilo
vino de repente.
Reparador y tranquilo…
¡Qué falsedad!
La mañana trae consigo
La cruda realidad