MOISÉS ESTÉVEZ
lanochecomotestigo
Subió los diez pisos hasta la azotea. Una azotea que miraba con envidia
un cielo estrellado y orgulloso de iluminar una ciudad con tanta vida, una vida
que con Marta no había sido del todo justa.
Triste, deprimida, con un sentimiento de soledad que le ahogaba, y que
con cada peldaño que había pisado rumbo a su destino deseado, se
acrecentaba.
Cerca del borde pensó si la altura era suficiente, después miró hacia
abajo y seguidamente observó el firmamento nocturno antes de cerrar los
ojos…