IRENE DE SANTOS
Dicen que cuando pasa una estrella fugaz hay que pedir un deseo.
Yo les deseo suerte.
Caer del cielo.
Despertar en un lugar desconocido.
Estar desorientado.
Lanzarse a descubrir el nuevo mundo.
Extender la mano y solo encontrar indiferencia y
sonrisas de cartón cosidas a rostros de gentes uniformadas de 9 a 6.
Encontrar la soledad y hacerla amiga.
Ver las rutinas de otros y ser alcanzado por el desconsuelo.
Buscar un espacio propio.
Apagar el brillo interior para intentar encajar
sin lograrlo.
Recibir a los compañeros de la soledad: el frío y la tristeza;
hacerles hueco bajo las alas.
La introspección llega a ayudar.
Recobrar la conciencia del ser.
Brillar de nuevo, con más fuerza esta vez;
la valoración interior obra el milagro.
Dejar de intentar encajar.
Crear un espacio propio.
Recibir la atención anhelada,
el reconocimiento que aleja la tristeza.
Convivir con saudades.
Recobrar el cielo como límite de lo posible.
Vivir.
Irene de Santos
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