ESRUZA
ESRUZA
Las lágrimas que antes se negaban a salir,
hoy, por las noches, fluyen sin control
evocando otros tiempos.
Por las mañanas la tristeza invade
el comenzar del día.
Se pregunta por qué tiene que ser así,
por qué no puede cambiar su destino.
¿Necedad, obsesión? Tal vez, o sentimientos
que nunca antes experimentó.
La vida transcurre monótona, vacía,
sin alicientes suficientes para cambiar,
para decirle sí a la vida,
y no sólo verla pasar.
E intenta hacer que esas lágrimas
se alejen, que sus ojos se sequen
que sus noches sean en paz
que, como antes, se nieguen a salir,
y decirle sí a la vida.