Mª DEL CARMEN MÚRTULA
Con ansiedad estamos deseando salir
del sufrimiento de esta catástrofe de la pandemia.
Nunca nos hemos sentido tan vulnerable,
tan débil, tan indefenso, ni tan tentado por huir
amenazados por esta experiencia tan inestable,
colocándonos ante tan gran insuficiencia
y agotados frente a nuestra propia impotencia.
Estamos en una noche donde cuesta ver la salida,
noche amenazante, cargada de desaliento,
de soledades y terribles sentimientos,
donde el agotamiento no tiene medida.
Noche de preguntas sin argumentos,
donde lloramos muertes sin despedida.
Pero la noche, por larga y oscura que sea,
deja paso al amanecer con esperanza.
Y mientras esperamos, no callamos,
ante este mundo que nos amenaza,
preguntándonos lo que deseamos,
lo que queremos, y por lo que luchamos.
Es tiempo de abrirnos a nuevos retos
y plantearnos a vivir con responsabilidad
la exigencia del compromiso por la humanidad.
En momentos como el que estamos atravesando,
cuando sentimos nuestra impotencia radical
nos percatamos de que no podemos salir adelante solos,
que necesitamos descubrir la fraternidad.