ÁNGELA DALMAR
Hola amiga,
Te llamo así porque supongo que si aún estás aquí sin hacerme daño es porque me consideras tu amiga.
Quizás me conoces mejor que todos y te ríes a cada instante de todas la locuras que hago, quizás amas cada respuesta buena que doy en algún conflicto o cada broma que me sale bien.
Quizás te estas preguntando porque lloro algunas veces en la casa y luego al salir me pongo esa sonrisa tonta.
Quizás no comprendes porque estoy tan feliz, agradeciendo a la vida, mientras la vida me da la espalda.
Tal vez me estas juzgando porque digo ¡no! cuando en realidad es un ¡si! , tal vez tú serias mejor en mi piel, pero eres solo una sombra.
Querida sombra, siempre quise preguntarte si eres mi alma que intenta salir para mostrar que hay algo adentro.
Querida mía, dime si tú eres la que provoca toda esta energía, si tú eres la que se nutre con lágrimas del sol y llenas mi interior de armonía. ¡Dime, amiga! Necesito saber si tú eres la que me protege de la oscuridad, mientras yo misma me transformo en oscuridad para sacarte en la luz del sol.
No fui clara, pero cariño, quiero saber si tú eres la que me sigue o soy yo la que intenta seguir tus pasos, si eres tú la que en realidad vive esta vida y yo soy solo una humana que protege su sombra.
Dime ¿Quién es más importante entre las dos? Quizás no hay diferencia aunque yo creo que tu eres la más bonita parte de mi, esa parte escondida que se queda siempre a mi lado, detrás o atrás, pero siempre conmigo.
Y te vi, amiga… Te vi algunas veces y me pregunté ¿cómo es posible que mi alma deje sus huellas en la tierra? , ¿cómo es posible que alguien me pueda imitar tan fácilmente?
¡Ay amiga! ¿Cuántas clases de teatro hiciste para ser una mima tan buena?
Querida sombra, te envío esta carta solo porque quiero saber más sobre tu existencia… Dime más porque siento que solo así comprenderé quien soy. Tú me conoces mejor que nadie…
angeladalmar.com
Buenos Relatos 