NEUS BONET i SALA
Bendecido cacao,
que desde tiempos ancestrales
moras en ceremonias,
cual lazarillo,
para el equilibrio
de nuestro bienestar.
Me deleito en invierno contigo,
a pequeños sorbos,
frente a la chimenea.
En tiempos de tristeza,
tu me guareces,
me animas,
con tus besos amargos,
que me endulzan el momento.
En verano, bien frío,
con tus grumos pardos,
flotando cual pequeñas islas,
te saboreo infinitamente.
Chispas de cacao puro que viajan
hasta los confines de mis neuronas,
para amenizar el día a día en esta vida.
¡Así me gustan las cosas! Y el cacao, puro… ¡ Mucho más!
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