MOISÉS ESTÉVEZ
El francotirador descolgó el teléfono de su despacho y llamó al equipo
de limpieza.
- Hola Jordi. Soy Mario. Cómo va eso. Yo bien ¿Y tú? Me alegro. Bueno,
te llamo porque tengo un trabajito para ti y tu grupo –
El jefe de Silvia ordenó a Jordi que buscaran cualquier vestigio de quién
o quiénes habían pasado por el piso franco que en ese momento estaba
utilizando aquella. Huellas, restos de ADN, residuos de cualquier tipo… algo
que sirviera para identificar a los que estaban detrás de ese registro
inesperado, repentino y posiblemente con consecuencias negativas para la
agencia.
Mario era consciente de la gravedad del asunto, y su preocupación no
era tanto por averiguar la identidad de los autores, que era importante y
crucial , por supuesto, sino por el qué iban buscando, y sobre todo, cómo
habían descubierto la presencia de una de sus mejores agentes.
Podía suponer que la vida de Silvia corría peligro, pero no quería
precipitarse a la hora de tomar una decisión dentro del contexto en el que se
encontraban ahora mismo. Esperaría a que Jordi le informara de sus
pesquisas.
Hasta ese momento confiaba en que su discípula sabría cuidarse solita y
pasaría inadvertida durante un tiempo prudencial.
Tampoco quería precipitarse a la hora de informar a sus superiores ni
levantar demasiada polvareda, ya que su experiencia, autonomía y capacidad
de trabajo hacían que la situación la tuviera bajo control y sin temor a que se le
escapara de las manos – En muchas peores me he visto – De momento
disponía de recursos suficientes para hacer frente a esta historia. Contaba con
esa ventaja y tendría paciencia, a la vez que albergaba la esperanza de que se
tratase de un vulgar robo o un simple allanamiento de cualquier caco de poca
monta, lo que sería un mal menor, aunque se le antojaba altamente
improbable…
Se disponía a decirle a su secretaria que le encargara algo para
almorzar, comería en el despacho mientras cerraba un par de asuntos que
tenía pendientes, cuando recibió la llamada de Jordi. - Hola jefe. Ya hemos terminado. Si. Hemos sido rápidos, como siempre,
pero sobre todo discretos y pulcros, aunque esta vez creo que no te va a gustar
lo que tengo que decirte…