ANA MARÍA OTERO
Era algo que ni tú mismo sabías que buscabas y al parecer aquí lo encontraste.
Sin que te lo pidieran, tú te acercaste.
Te gustó lo que viste y porque tú lo quisiste aquí te asentaste.
¿Qué es lo que quieres?
¿Qué es lo que esperas?
Parece que eres el único que a estas alturas no se da cuenta de que este no es tu lugar
y que aquí estás de más.
No, nadie te invita a marcharte, pero tampoco alguien te dio la bienvenida aquel
aciago día en el que aquí te instalaste.