ESRUZA
Te veré en mis sueños
cada noche de cada día de mis
días pendientes, y bajaré el lucero
que me hará compañía.
No tengo que pedir permiso a nadie
son mis sueños, y en ellos,
me amarás y te amaré,
unidos en un abrazo sin fin
hasta que llegue el día, y mi sueño termine.
No te extraño,
porque te veo en mis sueños;
yo los invento, y son como quiero.
Ahí los silencios no hieren.
En ellos hay ríos, hay mares,
no hay tristezas, no hay lejanías,
no hay nada que lastime;
sólo amor y pasión.
No te extraño, te veo en mis sueños,
y no hay lágrimas, no hay enojos, ni
malos entendidos, sólo amor;
no tengo por qué llorar, sólo
ser feliz y gozar.
En esos sueños inventados
no hay distancia, no hay lejanía,
no hay tiempos, sólo
ríos y mares, ternura y pasión.
Vemos el mar y el cielo
unirse en el horizonte,
mientras aparece el crepúsculo,
y en mi sueño, soñamos.
Despierta, mi alma llora, pero yo, ya no.
Espero la noche para verte en mis sueños,
y lo haré cada noche de cada día
de ios días pendientes;
sin pedirte permiso…
Pero miento, porque te extraño.