SERGIO CANEVA
¡Juntémonos hermanos!, ¡unamos nuestra sangre!
abracemos la gesta de los que ya no están,
busquemos esa patria que tanto ambicionaron
continuando el legado, de amor, de libertad.
Que sean nuestros valores, el esfuerzo, el trabajo,
la empatía, el estudio, el querer prosperar,
que estos doscientos años nos sirvan de experiencia,
de no olvidar la meta a que hemos de arribar.
Alcemos nuestras voces, hacia adentro, hacia afuera,
priorizando un destino… ¡el de vivir mejor!,
venciendo estrecheces, divisiones, quimeras,
que sea nuestra bandera orgullo de nación.
Y que las diferencias… que las hubo y habrá,
no causen divisiones y si, fraternidad,
liberándonos de todo aquello que nos ata,
se pueda en nuestra patria… ¡vivir con dignidad!
¡Juntémonos hermanos!, deponiendo los egos,
para ser el ejemplo de aquellos que nos ven,
que nuestros hijos puedan escapar de la droga,
el hambre, la miseria, sin sufrir el desdén.
Que nuestros gobernantes asuman decisiones,
de no estar de rodillas, pudiendo estar de pie,
que no sea el poder el que los obnubile
y sí un pueblo libre, que quiere renacer.
Que sea nuestra bandera la que cruza fronteras
y no que las ajenas ocupen su lugar,
proyectando un futuro donde el compromiso,
no sea la vagancia y la inseguridad
¡Juntémonos hermanos que el supremo nos guie!,
hacia una nación libre que avance sin temor,
con valor, con templanza, sembrando la esperanza,
de aquel que es el primero… se haga servidor.
Un pueblo desunido, marcha inexorablemente a la deriva