MOISÉS ESTÉVEZ
Tuvo una sensación al llegar, como si la ciudad estuviera esperándola.
Más luces que sombras deseaba encontrar en aquella desconocida urbe, un
poco gris pero acogedora, algo caótica pero magnánima con los que aparecen
por sus calles y habitan sus edificios buscando una oportunidad. Ora bulle
rauda, ora se apacigua y te calma.
Convencida de que no se arrepentiría de haber dejado atrás su rancio
pueblo en el que hacer realidad sus sueños era algo imposible, sentía
mariposas en el estómago pensando qué le tendría deparado el destino…