SERGIO CANEVA
¡Arranca del cielo todos los insultos!,
que un día proferiste por incomprensión,
que Dios no se muda está siempre atento,
para los que piden con buena intención.
¡Arráncalos ahora! que de nada sirve
el ir blasfemando a nuestro Señor,
¿si no lo comprendes, o aun no lo sientes?,
no quiere decir que Él te olvidó.
¡Desnuda ya el cielo de aquellas ofensas!
las que tristemente, vestiste al Señor,
porque no te juzga y sí te comprende,
que es lo que tu sientes por falta de amor.
Cambia tus agravios por las oraciones,
Él no te condena, ¡falla a tu favor!
porque aún te lleva cargado en sus pasos
y es en su regazo donde hallas amor.
Arranca del cielo esos improperios,
que sangren tus manos por tanto baldón,
pídele al Señor que cure tus llagas
y no te permita, más la tentación.
Cíñete a su vida, aunque haya heridas,
nadie como Él las sana mejor,
y no desesperes ante adversidades,
porque siempre viene, después lo mejor.