GINÉS CARRASCOSO
Camina...
Y el horizonte se mezcla de arena y azul.
Azorado...arranco hebras humedecidas
desde mi boca abierta, oscura, profunda...
Con la sorpresa entre los dientes.
Camina...
Y se hace inconfesable
el desespero, el desconsuelo...
La lujuria disfrazada
de casual indiferencia,
con el pétreo pretexto
de belleza contemplada,
de deseo disimulado...
¡Que ya no sé donde poner!
Para que no se note.
Camina...
oscila, contonea...danza.
Se muestra en la irreverencia.
Dibuja garabatos con el ¡oh!,
que ha sorprendido a más de una boca,
que ha sorprendido incluso a la luz...
Que se marcha distraída...como si nada,
pero a toda prisa.
Camina...
Y yo sigo en el desarraigo, en la inquietud,
retorciendo las hebras sudadas,
con el susto mal enterrado.
Sigo exiliado entre tus brazos,
negociando la tormenta,
esquivando el oleaje
de unos ojos negros.
Ella camina...
Y me sorprende enfrascado
entre los lazos de su cintura.
Camina...ondea la melena y sonríe,
a la bruma del mar...
al fuego de mis mejillas.
ginescarrascoso.wordpress.com
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