ANA MARÍA OTERO
No es esto lo que quiero,
pero en realidad nada más tengo.
¿Qué quieres que haga?
No. Sabes que no me puedo apartar
y dejarlo atrás porque esa sería una oportunidad,
probablemente la última,
absurdamente desperdiciada.
Una bala perdida que al pasar sin duda alguna
se llevaría irremediablemente mi vida.