ANA MARÍA OTERO
Creaciones compartidas.
¿Quién se quedará con ellas cuando acabe la partida?
Tú o yo, porque nunca los dos.
Para ti y para mí,
ambos sabemos que no hay otra solución.
Tú sientes que son tuyas,
y yo sé que me pertenecen.
Pero es que en ese caso no podríamos compartirlas,
ni tampoco dividirlas,
porque aunque en realidad no tienen vida,
separarlas sería lo mismo que matarlas.
No es por ti, ni tampoco por mí,
solamente por ellas es por lo que esto
eternamente debería seguir.