ESRUZA
Mi cabeza es una maraña de encontrados
sentimientos, pensamientos que van y vienen,
como la marea, llenos de desilusión, tristeza,
amargura, también de dolor, ira, decepción,
arrepentimientos y culpabilidades.
Es una maraña de sensaciones frustrantes,
amargas, que no me dejan discernir claramente
sobre mi presente y mi futuro, si es que hay
alguno que me siente bien, no sé.
Desearía volver el tiempo atrás y recomponer
tantas cosas: lo hecho, lo dicho, y también
lo no hecho, lo no dicho, pero no es posible.
Hay tantas cosas que me gustaría haber cambiado:
mi debilidad, mi entrega, mis sentimientos,
y tantos errores más, pero la realidad me
persigue implacable, me ata, sin poder hacer nada.
¿Fue el destino?, tal vez, pero pude cambiarlo,
y no lo hice; simplemente me dejé llevar por
las circunstancias sin hacer nada.
Sólo existe el presente lleno de amargas
realidades, y un futuro incierto.
Reemplazar todo sentimiento negativo
por positivo se dice fácil, pero la realidad
es otra, el Alba parece difusa, al menos por ahora.
Desafortunadamente, no vivo en el país
De las ilusiones, vivo en mi mundo de realidades.