CAROL SOLÍS
Al final aprendí,
que tu amor siempre ha estado conmigo,
que lo que yo creía lejos
estaba siempre muy cerca.
Aprendí,
que en este largo camino hay que aprender
a dejarse ser, a aceptar el fracaso y a aceptar el amor
y no decir ya más, no.
Aprendí,
a golpe de quebrantos y falsas emociones
que la vida es más fácil de llevar
cuando te conoces y te decretas felicidad.
Aprendí,
que la vida vacía se puede convertir en plenitud,
y la vana ansiedad volverse paz cuando decides aceptar.
En esta vida, en este largo caminar,
al fin entendí que cada vez que dije un no fue realmente un no para mí.
Y que ahora cuando reconozco mi verdad y me digo sí,
el universo entero se acomoda, me abraza
y me regresa la esperanza hecha una realidad.
Aprendí,
he aprendido,
aún aprendo
y seguiré continuamente en este juego,
hasta que me llames y tu presencia ya no sea tan lejana
y tu infinita presencia me invada y me cubra con tus amantes brazos llenos de amor.