ESRUZA
Pediré perdón las veces que sean necesarias,
todas las veces que me haya equivocado,
pero también me gustaría que me pidieran perdón
por todas las veces que me han herido.
Pero no con palabras falsas,
sino con acciones
Acciones que dulcifiquen el alma,
que la acaricien con amor.
Así, sin hablar, expresar con amor
que nos hemos equivocado,
que hemos herido sin querer hacerlo
porque, a veces, herimos lo que más amamos.