CAROL SOLÍS
A veces quema el amor,
quema el saber de tu existencia,
el tener tu presencia
y no poderte tocar.
A veces la llenura que me traes
despeja mis pensamientos
y se hace tan fuerte el sentimiento
que hasta me cuesta respirar.
Esta vez, cuando al fin estoy segura
que la promesa que me hiciste es verdad,
contengo las ganas, la impaciencia, la nostalgia
y me fundo en tu mirada para así descansar.