ANA MARÍA OTERO
Me quiero marchar,
pero no puedo avanzar.
Doy vueltas en círculo,
volviendo una y otra vez
a ese lugar que pretendo dejar atrás.
¿Por qué no puedo salir?
¿Qué es lo que me obliga a seguir?
Estoy atrapado.
Estoy condenado.
Dando una vuelta tras otra
sin variar la trayectoria.
Una sanción que tal vez merezco.
Maldita prisión que ilógicamentehttps://c0.pubmine.com/sf/0.0.3/html/safeframe.htmlREPORT THIS ADhttps://c0.pubmine.com/sf/0.0.3/html/safeframe.htmlREPORT THIS AD
soy yo el que regento.