MOISÉS ESTÉVEZ
- No puedo darte nombres. Seguro que lo entiendes, pero me
encargaron que siguiera tus pasos. – - Pues no, no entiendo por qué. Ilumíname por favor. – Dijo Vincent con
sarcasmo. - Mi jefe desea contratar tus servicios, pero me ha pedido que le
entregue un informe completo sobre tus actividades. Quiere conocerte mejor,
desea un perfil más detallado de tu persona y de tu forma de hacer las cosas. – - Sigo sin comprenderlo. Podía haberme preguntado directamente, y si
sabe de mi existencia, es porque alguien le ha informado, tú ya sabes como
funciona esto, y ese alguien le habrá dicho que mi reputación me precede, y
además, me precio de ser bastante eficaz y juicioso en los encargos que me
hacen. – - No me cabe la menor duda Vinc, ¿puedo llamarte Vinc? –
- No te pases. –
- Bueno, el caso es que si tú rebosas profesionalidad, él es un hombre
cauto y muy discreto, no suele mezclarse directamente en asuntos de esta
índole, para eso estamos nosotros, y le gusta conocer bien a la gente con la
que trabaja. No te lo tomes a mal, como tampoco me gustaría que mi presencia
te violentara, como te digo, mi intención dista bastante de intentar causarte
algún daño, ni a ti ni a tu chica.-
A Vincent no le gustó mucho el último comentario, se quedó callado,
pensativo, elaborando una respuesta para cerrar aquella conversación, y de
paso quitarse de encima al tipo que hacía días lo estaba siguiendo…