SARA LEVESQUE
Hay muy, pero que muy poca vida. En esa vital escasez, siempre giramos por donde menos conviene. Como irónica casualidad, tropezamos con cualquier persona conocida. Salvo en tu caso, que no tropiezo contigo ni aunque desapareciese el resto del mundo y solo quedásemos tú y yo sobre el planeta.Creemos que elegimos el “camino correcto”, y lo único que tiene de correcto es que lleva a algún sitio pero no al que queremos ir. La mayoría de nosotros decimos una cosa y ponemos nuestra vida rumbo a lo contrario. Eso es así. ©
Un comentario sobre “Hay muy poca vida”