MOISÉS ESTÉVEZ
Cuando acabes la dejas fuera y con las llaves puestas, Sergei pasará a
recogerla para darle un limpiado a fondo. Esta vez va a tener que emplearse
más de lo habitual para que no quede rastro del energúmeno que estás
precintando con el plástico. Se resistió de lo lindo el muy hijo de puta. Pues así
le ha ido. Cuando lo encuentren, aunque que creo que lo hagan, les va a costar
trabajo reconocerlo. Por cierto, regístralo bien y que no le quede nada encima
que pueda identificarlo antes de meterlo en la nevera…