ESRUZA
Es verano y llueve,
es una lluvia fina, suave y cálida
hace brillar mi campo verde,
trae calma, la calma que tanto necesito.
Dentro de mí no llueve más;
la calma llegó forzadamente,
vino con los años.
Ya no hay ilusiones, sólo aceptación.
Es duro, muy duro aceptar las cosas,
pero eso ayuda a seguir viviendo,
o sobreviviendo: la aceptación
de lo que ya no existe.
El tiempo es fiel consejero,
y aun persistiendo el sentimiento,
ya no lastima tanto.
Afuera llueve, dentro de mí, ya no.
buena reflexión
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