CAROL SOLÍS
Estoy,
en medio de la oscuridad de la noche,
rogando tu presencia,
rogando que me toques.
Estoy,
y no apareces, y ruego otra vez por tu presencia,
que llega y que no llega,
aunque me habla del amor.
Estoy,
y no estoy,
y así voy quedando incompleta,
con la búsqueda constante,
con esta fuerza que me arde, que me duele
y que no me deja quieta.